18 agosto 2006
caronte y el recuerdo
17 agosto 2006
muros, 3
16 agosto 2006
muros, 2
15 agosto 2006
muros, 1
brevedad del hombre holandés
13 agosto 2006
tierra-tierra
ludwig van verbena
31 julio 2006
El salario y lo mínimo
Workingman´s Death, de Michael Glawogger, ilustra estos días cinco ejemplos de esa costumbre de lo precario en la que la vida y sus contrarios fichan a la vez: cinco mineros ucranianos excavan la que, sin necesidad de mucha imaginación, semeja su propia tumba al horadar un túnel de cuarenta centímetros de alto apuntalado aquí y allá por lo que parecen termos de café. Matarifes nigerianos deguellan maquinalmente cientos de cabras y vacas que otros a continuación despellejan, fríen y lavan como si acarrear y convertir en cosas lo que un minuto antes estaba vivo fuera un mero podar el jardín de las delicias de El Bosco. Acarreadores de Azufre descienden la montaña Indonesa para extraer, entre sus vapores de infierno, 100 kilos de ese mineral que luego han de ascender montaña arriba mientras sortean expediciones turísticas que les ven penar con el dudoso exotismo de ir cargados como mulos a paso de marchista. Un barco petrolero enfila la costa y, como si fuera el avión y el edificio al tiempo, vara a toda máquina para que cientos de obreros metalúrgicos pakistaníes, no menos varados, lo desmembren a golpe de soplete. En unos altos hornos chinos, sus hormigas obreras anuncian la buena nueva del nacimiento del libre mercado, cuya vida prometida verán sus hijos o sus nietos.
El hierro que unos desguazan hace, un océano más allá, los cuchillos con que se desangra a los animales. Éstos son vendidos a cambio del carbón que alimenta en otro idioma los hornos gigantescos. El carbón que se exhuma fríe la carne en otro continente. Aquello que constituye la condena, el logro miserable y fugaz de quienes lo labran en una parte del mundo se revela, apenas, la combustión del infierno de quienes se afanan en otra parte. Es mejor que robar, mejor que estar muerto, mejor que pasar frío, mejor cobrar por ello una piedra que ninguna, mejor arruinar la propia espalda, los propios pulmones que hacer qué –se escucha en el documental. Una tercera costumbre, una tercera aceptación de lo fatal asoma: la de que penar es tan propio del hombre como nacer o esperar un tiempo mejor. Dios lo traerá –también se escucha. Es la repetición, la constancia de la precariedad una mecha, y basta enhebrar vidas suficientes para hacer de ellas bombas. Y si aún así la memoria es lo suficientemente benigna con uno para guardar los días con un halo mejor que lo infame de su destino diario, puede ocurrir que alguien venga de fuera a recordártelo: en la parte del documental que transcurre en Pakistán, un fotógrafo ambulante que recorre el almacén de trozos metálicos y humanos les pone un kalashnikov en las manos al fotografiarles. Después se le ve haciendo entrega de las imágenes, se las guardan, ellos, los que carecen de una vida digna, posando con un objeto en las manos que sirve para igualar el mundo, para acercar, por fin, a todos los hombres en lo mismo.
27 julio 2006
Puercos y el lenguaje como margarita
23 julio 2006
ruinas. 3
21 julio 2006
ruinas. 2
El uso de la muerte, su promesa de adjetivos mejores, con que la iglesia se viene ganando la vida y la muerte de miles de millones de personas desde tiempo inmemorial es uno sobre cuya honestidad sólo cabe sospechar dada la falta de pruebas de post-vida, y si nadie ha vuelto de la tumba para contarlo, es ilustrativo el uso que de las pruebas de la muerte –los huesos- hacen sus prometedores. Yace Rafael al pie del muro circular interior que crece hasta convertirse en el inconcebible Pantheon, y allí ha de esperarse sin mucha prisa la resurrección, pero uno no imagina a uno solo de los desdichados de esta cripta descansando en paz, inquietos empleados al albur del dios pegamento para hacer de su muerte molduras de la tumba en esa dudosa reencarnación como yeso de un palacio simulado –las iglesias romanas son eso, palacios, conviene recordarlo.
Uno no ha estado en esos atroces cementerios al aire libre que son los centros de investigación, abiertos al público, que guardan, apilados a mayor gloria de la deshumanización en que murieron, los cráneos y otras partes del esqueleto humano pertenecientes a los millones de seres asesinados en masa en la Polonia ocupada por los nazis o la Camboya de Pol Pot, pero uno duda que el derecho a exhibir restos humanos con fines educativos sea el mismo que asiste, estupefacto, a su conversión en dioramas que los convierten en mero ornamento, donde lo que fueron personas son hoy, desmenuzadas al capricho de un decorador, imitación de guirnaldas y arabescos de escayola, apariencia de pintura, de formas coloridas, de muros engalanados, de belleza al servicio del poder. Cita a Homero Andrés Trapiello al escribir que incluso los asesinos tienen derecho a una mortaja de sombra y silencio.
20 julio 2006
bottom in wonderland
Michael Winterbottom dirigió wonderland –por una vez la inicial como minúscula es ajena-en 1999. Ese mundo de maravillas minúsculas es el de cómo la verdad exige no pocas veces que la vistamos de mentiras, aunque sea uno el emisor y a la vez el destinatario. Se miente uno como ensayo general, como si hubiéramos de probar a ser el primero de los clientes de nuestra propia mercancía. En la película las transacciones son intrafamiliares –el marido miente a su mujer, el hijo a su madre, el padre al hijo, la hija al padre, el hijo calla al alejarse, el marido calla por no oir, y casi todos a sí mismos. ¿Te puedo llamar? –pregunta una mujer al hombre del que insiste en pretender enamorarse a pesar de ver nítidamente cuán él sólo quería de ella sexo. El país de las maravillas, al que se llega una vez superados los espejos, allí donde el pudor es la primera de las baldosas amarillas, lo primero que se pisa. Como pisaba sus sueños aquel otro bottom, sin invierno delante pero con una noche peor de verano, detrás.
19 julio 2006
ruinas. 1
12 julio 2006
algunos estupefactos

en la fotografía que nos hace llegar nuestro colaborador de madrid se puede apreciar un detalle del grupo poco numeroso de ciudadanos estupefactos que ayer tarde mostraban su... digamos, disconformidad, indignación, impotencia, etc. con las actuaciones al margen del estado de derecho y del respeto a los derechos humanos tan en boga en la política internacional de la era postdemocrática, fieles exponentes de lo cual son esos dos estados en los que las decisiones políticas (?) se deciden en el despacho del mismo lobby, muy cerca del oval, tan famoso.
11 julio 2006
eroica
06 julio 2006
Libre y no
Al mostrar lo injusto de castigar una forma de impunidad que deja de ser delictiva en el momento en que se imaginan sus practicantes obligados, la película es militante a favor de combatir una impunidad mayor: La acción del falso taxista perjudica a un ciudadano –dicen las leyes, y tal es cierto, pero sólo si el culpable es uno con cara y manos concretas. Si el acusado es la sociedad toda y la víctima un hombre apenas, entonces su cara y sus manos dejan de ser reconocibles, dejan de tener los rasgos visibles, dañinos, imputables que tuviera como causador y no como causado. Me sentía un poco héroe –dice. Y es un heroísmo que sus palabras -tantas veces de una simpleza que no pueden evitar agredir lo complejo de su situación como símbolo- no terminan de ocultar, refugiado en un insistido sólo querer no ir a la cárcel, sólo querer trabajar.
Ya entrados en las consecuencias del aislamiento, Jo Sol explota sin falso pudor ese doble sólo y solo –el hombre es un hombre abandonado por su mujer y su hijo, con el que no se habla, y del que se dice despreciado por su incapacidad para ganarse la vida. Añadido a las trincheras cavadas en torno al significado del vocablo “ley”, esta es una obra acerca de las definiciones como problema, empezando por esa idea de justicia que ni el falso taxista entiende ni la sociedad permite imaginar. Una y otra vez, el taxista peatón no entiende las razones de quienes le acusan, la clasificación de delito con que se juzga su sólo querer trabajar, los argumentos que privilegian el momento de forzar una puerta pero no contemplan lo que se hace tras ella. La sociedad hace bien su trabajo de desorientación, y así, éste tampoco entiende los argumentos de quienes, al sugerir describir su delito con formas menos simples que las que él enarbola, tratan de mostrarle bajo un cristal que le muestre a la luz de la sociedad como un símbolo. La idea tropieza también dentro dado que el hombre, sin decirlo, no se ve como un símbolo, sino como algo mucho más valioso: una persona. No le favorece su negativa a todo lo que no sea la exposición de esa idea razonable que es ganarse la vida haciendo productivo algo que no lo es, pero es que lo simbólico es una creación que halla su utilidad inmerso en lo social, y el taxista falso es, como tantos desposeídos, su propia sociedad.
Dicho ya que a sus ojos tal forma de ganarse la vida no observa robar, sino sólo hacer uso de un medio robado, el punto de vista del realizador también sugiere cómo ambas cosas no son lo mismo. Pueden serlo desde la ley, pero esa es justo la única de las salidas que muestra la película que no miente, una que dice: hay más leyes, otras leyes, unas que deberían proteger a quienes, mayoritariamente, no delinquen a pesar de que la sociedad les impele a ello. Y en ese encuentro de definiciones ilegibles y de perseverancia en una cierta idea de justicia más allá de la ley surge lo que pronuncia el más lúcido de sus defensores, válido aún conviviendo con ese caparazón inevitable: él aún cree en la sociedad, ese es el problema.
En tanto que confundida con la más pueril de frecuente, la idea de lo normal es una de las más necesitadas de una revisión urgente. Luchar es para el taxista de a pie la primera condición de una normalidad que en realidad no sólo no existe sino que penaliza esa creencia: la de que pudiera bastar necesitar algo y obtenerlo para validar sus métodos con ello. En esa definición de lo normal, una de las escenas más duras de la película ilustra, en la narración del falso taxista, cómo la autoridad de un padre, su valor, pudiera estar ligada a ojos de su hijo a algo tan ajeno como la imposibilidad de hallar trabajo. Pues ese es un callejón sin salida: lo que juzga tu hijo por un lado es lo mismo, exactamente lo mismo, que hace la sociedad por el otro: reducirte a lo que tienes, y juzgar sólo eso, no a quienes te impiden tener más.
Hurta espacio lo razonable, lo protestable a tanta recreación pueril de un mundo de trayectos, tarifas y pasajeros sólo en apariencia más propietarios de su suerte, y tan verídica es la supervivencia de El taxista full que ya sólo se puede ver en un cine si se acepta como necesario robarle horas al sueño, a cualquier sueño.
05 julio 2006
1000 años y una lima
Pieza para ballet y guillotina
02 julio 2006
de lo rentable
-del libro Negocios son negocios, de Daniel Muchnik.
30 junio 2006
La linea que se cruza
28 junio 2006
La inercia, lo inerte
A uno
26 junio 2006
Herzog, la épica y las pieles del oso
Como si ofreciera las mismas posibilidades a los dos juglares de lo insensato, en ambas obras el testimonio que indica la locura se muestra al poco de empezar: en Fitzcarraldo, Kinski trepa hasta el campanario de una iglesia para gritar que mientras no haya un teatro de ópera –hablamos de un pueblo de Perú de mediados de siglo- la iglesia permanecerá cerrada. En el caso de Treadwell, el campanario es aquí sólo su altura, representada por un piloto que, sin tapujos, declara cómo toda la epopeya, todo el dramatismo y la justicia extraviada de aquel, es sólo estupidez, falta de sesos. Es dudoso que Herzog escogiera, a partir de ese instante –como digo temprano- mostrar sólo las imágenes, filmadas por el propio Treadwell, que corroboran una y otra vez la veracidad del diagnóstico del aviador. Más creíble es pensar que el que se afirmara en público como tonto sin remedio aparente lo haría cada vez que se asomara a ese plató que se inventó en Alaska, junto a todo oso que se pusiera a tiro de su amor. Este es, simple como suena, el trasfondo de la épica según Treadwell: compartir el único sitio y los únicos seres que aceptarían su amor sin hacer preguntas ni exigir nada. En último extremo, es Grizzly man una reflexión acerca de la función del afecto, de los límites de éste como idea autosuficiente, y de las exigencias hacia uno mismo y lo que se recibe a cambio con que ha de ser esparcido. Así, cuando Treadwell dice tener problemas para relacionarse con mujeres, lo que viene a decir es que -como su discurso muestra lógico- lo que ha de tener es serios problemas para hablar con alguien de cualquier cosa. La construcción del personaje Treadwell-amigo-defensor-salvador de los osos es una que se construye sobre los escombros de la persona Treadwell. Incapaz de entender, y convivir, el pelaje real del mundo , ve en la naturaleza el refugio de toda la bondad, de todo el bien del mundo. Es su discurso, envuelto en todo el amor que se quiera, el de un enajenado que, en su rechazo del mundo de los hombres, una y otra vez refugia su aislamiento en la proclama, orgullosa en tanto que robinsoniana, de ser un estudioso de los osos, pero es sólo afecto, no hay análisis ni reflexión, únicamente amor, uno que, obvio, no cabe fuera de esa arcadia: el yo te amo, luego tú, por lógica, has de amarme. Veía en los osos gente disfrazada de oso. –dice el piloto. Quizá al habitar un mundo en el que amar juega un papel tan sujeto a prioridades más prosaicas cuando no abyectas, nos es inevitable pensar que el amor lo disculpa, lo justifica todo, y ese es el primero de los chantajes con que se observa la peripecia de Treadwell –que es, en realidad, apenas la capacidad de querer más que el uso adecuado del amor como recurso- El segundo filtro que distorsiona nuestra mirada es aquí la soledad del protagonista –no entres en cámara –dirá a una de sus acompañantes- ha de dar la impresión de que estoy solo. O ese forense místico que asoma para hurgar en autopsias metafísicas, y al que uno imagina también más solo de lo aconsejable, o quizás malacostumbrado al contacto con ideas inertes. Y finalmente tenemos acaso el más irrenunciable de los tres sobornos: la indefensión de los animales, su vulnerabilidad, que es en la postura antes mencionada de Treadwell una aún más escorada hacia la beatitud: ese “no hay odio en la naturaleza, sólo amor, o ya me habrían comido”. Hacia dentro del propio protagonista, el problema, el abismo del error, tiene un aspecto algo diferente: uno que confunde la acepción de lo justo, lo que debe ser, con lo que es capaz de entender. Siente Treadwell y eso es suficiente a sus ojos para fundar la renuncia o la incapacidad de pensar. Este es un problema extendido que en su caso, añadida la soledad y el objeto de su afecto, no le permite ver siempre claro lo que siente o piensa.
Es este velo el que la mirada de Herzog amaga revelar al final, cuando dice que él sólo ve indiferencia donde Treadwell amor, armonía y un orden mejor. Cómo al observar a un oso, a sus ojos somos una opción más a la hora de buscar comida. Y que ese sea un sentimiento igual de primordial, igual de básico que el amor con que la mirada del guerrero amable –así se nombra Treadwell- recubrió su periplo en Alaska durante trece años muestra cómo la evolución premia no las herramientas más útiles sino sólo las mejor empleadas.
20 junio 2006
Los heroes
17 junio 2006
hoy, antes, mañana
Ahora se vive una situación de violencia de baja intensidad, de muerte lenta. Ya no hay grandes titulares de pueblos que se queman y violaciones masivas. Pero la gente, confinada, tiene miedo de moverse, de volver a sus pueblos de origen. No pueden salir a cultivar, ni a por leña, ni a nada. Están prácticamente encerrados en sus pueblos. Eso es menos llamativo que lo que ocurría al principio del conflicto, pero igualmente dañino. –de un artículo acerca de la guerra en Sudán, África, en EPS, 4.6.
16 junio 2006
El evangelio según Sezuan
Sobre los adoquines yace de espaldas una viejecita. Me he caído de hambre –dice. Se trata desde luego de una tramposa y ese es su truco: dejarse caer en la calle para engañar a los conmovidos transeúntes. Pero yo pienso que una persona que en pleno día se echa en medio de la porquería de la calle para arañar cuatro perras, esas cuatro perras se las tiene bien ganadas. Ha hecho algo a cambio. Nadie se echa por gusto sobre los adoquines mojados y fríos. La anciana preferiría también escribir artículos de modas o bailar valses de Chopin. Pero no puede. Así que hace lo que puede. Se le ocurre algo y lo pone en practica. Se echa sobre la porquería y reclama la paga. -escribió Alfred Polgar en uno de sus relatos, más o menos en los mismos tiempos en que Brecht acusaba los suyos contra el mundo.
Y por cierto, apenas habían asomado, anoche, la mitad de las máscaras superpuestas en Sezuan cuando, no muy lejos, en el Teatro de la Abadía, a la misma hora mostraban por última vez las suyas los payasos que Hernán Gené se inventó para el espléndido y agriamente divertido montaje de Entre Horacios y Curiacios, también de Brecht. Asi que dos obras suyas coinciden en cartel en la misma ciudad. Raro privilegio, del que sólo Shakespeare disfruta por aquí de cuando en cuando. Quizá por eso, como en Hamlet, vuelto a morir el bufón Yorick, nos queda el silencio de Sezuan, aunque sea el de dioses bufones que sólo llorar hacen.
15 junio 2006
Causas, efectos, remates y cabeza
14 junio 2006
ciencia fricción ?
Situaros: he decidido coger mi maquina del tiempo y contaros como van las cosas por el futuro:
Afortunadamente no se han cumplido las previsiones de tantos agoreros burbujistas y la vivienda en España ha seguido subiendo un 17% anual durante los últimos 50 años, de este modo nos hemos convertido en el país más rico del mundo, porque por ejemplo un ático en Torrelaguna cuesta más que el estado de California y el palacio imperial de Tokio juntos; claro que ya nadie vive en el Centro ni en ningún otro sitio de Madrid, porque esas casas son para invertir y no para vivir.
Yo por ejemplo aunque trabajo en Madrid me he comprado un piso de 40 metros la mar de apañao en una aldea del oeste de Cantabria, que con la autovía queda a un paso; para pagar la hipoteca nos hemos juntado con otras tres familias: un notario casado con una catedrática de universidad, un subinspector de hacienda casado con una abogada del estado y un magistrado del supremo (subcontratado a través de una ett)casado con una arquitecta.
De este modo destinamos cinco sueldos a la hipoteca y uno para vivir; estamos contentísimos con la compra porque aunque al principio nos está costando un poco, luego seguro que ni se nota, además desde que lo compramos hace un año ya ha subido un 17% y por si fuera poco la mujer del notario esta de buena que flipas.
Aunque profesionalmente no me va mal (soy director general adjunto de una multinacional, aunque también subcontratado a través de una ETT)la verdad es que la inflación que sufrimos al ser el país más rico del mundo hace que nos tengamos que apretar un poco el cinturón; de todos modos es cuestión de acostumbrarse, cuando tuvimos que empezar a comer chopped de lagartijas todos nos quejamos y ahora se le da vuelta y vuelta en la plancha y tan rico que queda.
De cualquier forma, aprovechando que han bajado la edad laboral a los 10 años, a ver si saco al rapaz del colegio y lo meto en la ETT, que un sueldo más seguro que ayuda para la hipoteca.
Este cuatrienio el gobierno está en manos de los constructores que, desde la restauración (hemos pasado de la imperfecta democracia liberal a la muy perfecta democracia ladrillil), se alternan pacíficamente en el poder, legislatura tras legislatura, con los promotores de APROIN. En principio es un sistema mucho más estable que la anterior democracia partidista, pues a las tensiones ideológicas y territoriales le ha sucedido la paz estable inmobiliaria. Al fin y al cabo ¿quien va a saber mejor que constructores y promotores qué es lo que le conviene al país, si el país son ellos? Aunque todo no es perfecto, pues últimamente las cosas entre promotores y constructores andan algo más tensas que de costumbre. Se vislumbra una futura alianza entre los APIs y la APVV (Asociación de Propietarios de Viviendas Vacías) que puede ponerle las cosas difíciles a los promotores y constructores. Espero que lleguen a un pacto y reine la paz.
Se han restaurado las cámaras de la propiedad con adscripción obligatoria de todos los ciudadanos. De hecho, para votar hay que presentar la documentación que acredite estar al día de pago en las cuotas de cámara.
Mi sueldo es de 2.000 tochos netos, el tocho es la moneda que sustituyó al euro cuando nos echaron de la UE a patadas (que fea y que mala es la envidia) y se cotiza a un céntimo de euro. En la caja fuerte del banco de España ya no se guardan lingotes sino ladrillos, que en este país han demostrado ser un valor mucho más seguro y rentable que el oro.
La policía inmobiliaria vela con dureza por que se cumpla la ley. Ayer mismo detuvieron a una pareja que vivía de alquiler (el alquiler es delito de lesa patria) y se hacían pasar por propietarios de la casa que habitaban. Se comenta que la policía inmobiliaria tiene ya casi localizados a los posibles propietarios-arrendadores. Como es lógico, la ley es mucho más dura con el arrendador (propietario rebelde) que con el inquilino (un pobre paria no propietario). En nuestra zona de Cantabria no se conocía semejante escándalo desde que fusilaron a los okupas. También están prohibidas las actividades económicas que no estén, directa o indirectamente, vinculadas a lo inmobiliario. Por ejemplo, la policía detuvo el otro día a un par de jóvenes que parecían respetables agentes de la propiedad inmobiliaria y que en la trastienda de su local tenían una plantación de arándanos.
La liga profesional de fútbol por fin se ha quitado la careta y Celta, Barça, Real Madrid, Athletic, Valencia, Sevilla, etc. han sido sustituidos por Vialmar, FCC, ACS, Sacyr, Vallehermoso, etc., que han montado una liga como dios manda, nada que ver con la paletada que había antes de identidades regionales y estilos futbolísticos diferenciados. La liga, ni que decirlo tengo, la gana un año un equipo de promotores y al año siguiente un equipo de constructores y así sucesivamente.
Se ha aprobado una normativa medioambiental muy dura que impide que los espacios estén sin entropizar: es obligatorio que estén ocupados por viviendas, industrias, comercio o infraestructuras del tipo que sea. Por ejemplo, en Madrid ya van por el XIV Cinturón, que pasa a unos 220 kilómetros del nudo Eisenhover. Casi hemos conseguido que no haya nada que no esté cubierto con cemento. Los jardines de los adosados se han cementado y todos los parques por decreto se han convertido en plazas duras. Las zonas no aptas para la urbanización, aunque no se construya en ellas, al menos, se cubren de cemento. Incluso se está debatiendo una ley que va a provocar el cierre de los museos de ciencias naturales y los jardines botánicos. Como el 90% del suelo esta ya urbanizado se está planteando empezar a construir ciudades en el fondo del mar (no se puede vivir en el fondo del mar, así que serian ciudades solamente para invertir). Y como ya no podemos hacer más AVEs en superficie (por ejemplo de Laredo a Madrid hay tres -como había polémica se han hecho todos los trazados propuestos y a tomar por culo), se están empezando a estudiar los AVEs submarinos que van a conectar las ciudades del fondo del mar. Hay gente muy maligna que dice que esas ciudades submarinas son un sinsentido, pero a mi me parece criticar por criticar, pues esas ciudades submarinas para invertir están hechas con todo detalle, incluso tienen sus polideportivos, colegios y hospitales. No se han equipado por dentro, pues nadie va usarlos, pero sus paredes de hormigón son preciosas.
Tras las guerras atómicas provocadas por los propietarios de VPO de Andalucía(que lideraron el movimiento abolicionista y consiguieron su objetivo de descalificar las viviendas protegidas; de hecho, ahora el periodo máximo de calificación de la Vivienda Protegida se han fijado en dos horas), la población ha quedado reducida a 5 millones de españoles y 50 millones de ecuatorianos trabajando de paletas; se han seguido construyendo 800.000 viviendas anuales (la construcción supone ya el 98% del PIB) y ahora tocamos a unas 20 viviendas por habitante (casi todas vacías porque como dije son viviendas para invertir, no para vivir).
Esto es lo que en el mundo se conoce y admira como "el milagro español" y es objeto de numerosos estudios y tesis doctorales en el campo de la psiquiatría. Cada año nos visitan miles de estudiosos de la mente humana de todo el mundo. No me extrañaría que muchos de esos científicos se quedasen, porque la verdad es que como en España no se vive en ningún sitio.
Y eso es todo lo que os puedo contar de lo que os espera; voy a ver si cazo unas lagartijas para cenar.
Y, si non e vero e ben trovato.
fosas asépticas
11 junio 2006
Del tamaño de la rata
pieza para baritono y envejecimiento
10 junio 2006
09 junio 2006
Mncars 1. Esperando a Gordon Matta-Clark.
06 junio 2006
Versiones del día y la noche
05 junio 2006
kimsooja y la sostenibilidad
Madrid-Berlin-Madrid
incierta fragua
01 junio 2006
de un cuaderno
-siempre sobre la madera
de mi vagón de tercera-,
voy ligero de equipaje.
"En tren"
Página 0 del último libro de I. Gibson.
31 mayo 2006
de repente, el ultimo jiron
30 mayo 2006
publi justa
29 mayo 2006
Glyndebourne, 20h
Glyndebourne, 21.20h
28 mayo 2006
van un aleman y un español
El público es idiota –dice Bruscón. Mira a dios –dice El Quixote. Y aquello que no responde es todo lo que tienes.
los mejores
“Estos que ves ahora deshechos, maltrechos, furiosos, aplanados, sin afeitar, sin lavar, cochinos, sucios, cansados, mordiéndose, hechos un asco, destrozados, son, sin embargo, no lo olvides, hijo, no lo olvides nunca pase lo que pase, son lo mejor de España, los únicos que de verdad, se han alzado, sin nada, contra el fascismo, contra los militares, contra los poderosos, por la sola justicia; cada uno a su modo, a su manera, como han podido, sin que les importara su comodidad, su familia, su dinero. Estos que ves, españoles rotos, derrotados, hacinados, heridos, soñolientos, medio muertos, esperanzados todavía, son, no lo olvides, lo mejor del mundo. No es hermoso. Pero es lo mejor del mundo. No lo olvides nunca, hijo, no lo olvides." (Campo de Almendras)
Los que sobrevivieron, mantuvieron intacta su lucha, hasta hoy.
25 mayo 2006
Judicial, legislativo, ejecutivo, y el poder comprar y vender.
23 mayo 2006
19 mayo 2006
sara y jevo
el apocalipsis segun Biedma
16 mayo 2006
otra vez la calle
15 mayo 2006
ruletas rusas o mejicanas
Lo que te salva aunque no quiera, porque no tiene forma de no hacerlo
14 mayo 2006
sencillamente grande
Al lado, una foto suya en la calle, a pleno sol, sin gafas de lejos, las lleva en la mano (…). Bakea.
11 mayo 2006
wagner bros presentan
le rose et le hache
horrendo hallazgo hacer hielo habiendo helio.
huyan hachas hambrientas, hibernen hebillas herrumbrosas, hurañas, hacinadas.
hiervan herraduras, hienas, hierros, herméticas hernias, herodes, habitaciones huérfanas, himnos hipnóticos, hinchados. horcas harapientas.
habitemos, henchidos, huertas hereditarias, hojas, hogueras herboladas, hemerotecas hojaldradas.
hallémonos hombres holandeses.
honestos,
habitables.
honrada hiedra.
hallémonos hormigas horizontales.
horno hospitalario.
huellas hechas huesped.
hijos humorísticos.
hurguemos.
08 mayo 2006
Una cuestión de tamaño
Hacemos grande un miserable insecto y lo convertimos en un monstruo despiadado, horrible y peligroso; encontramos un fruto de tamaño extraordinario y lo preconcebimos como poco sabroso o demasiado maduro. Buscamos la cajita más pequeña posible para guardar ese secreto, reducimos la extensión de un país a un rincón minúsculo e inhabitado y lo humanizamos como hermoso y acogedor. Todo lo que supera la norma es tendente a la sospecha, a la falta de garantía o a la precaución, todo lo que reduce las dimensiones de lo esperable resulta cercano, como poco, simpático. Hay excepciones, pero son todas del ámbito de lo económico.
ley de la memoria histerica, II
los ojos como platos
Otegi reconoce que también ha sido una equivocación transmitir la impresión de que la izquierda radical vasca desea imponer su ideario político: “[Ahora] Navarra piensa que los queremos anexionar”. “Hemos aprendido que nadie tiene la razón absoluta, que hay gente que ve las cosas de manera diferente a la nuestra”, concluye Otegi. -ahora mismo, en elpais.es
27 pasos por centimetro
05 mayo 2006
El reino de la tierra. Y sus reyes
Quizá al pintar el reino de los cielos como la utopía de lo práctico tiñe el anciano de irresponsable y peligroso el desentierro de quienes, en no pocos casos, eran enterrados en fosas comunes boca abajo, para negarles el cielo que como ateos se habían ganado al mismo tiempo que el disparo a bocajarro. Y cabe pensar que desde la desmemoria o el recuerdo, por insobornable, poco razonable –al fin y al cabo, para hablar de lo razonable el anciano lo nombra como imperio- se tilde de ajuste de cuentas lo que es sólo ajuste de muertos, contabilidad de lo desaparecido como forma de compensación moral a las familias. Algo no muy diferente, por cierto, en la escala de valores del anciano, a esas cosas muy serias como son la iglesia o la unidad de los vivos -en su desvalorización al parecer hechos fosa común en su cerebro. Alarma éste las cosas esenciales por salvar –esto es, por desenterrar- y un buen uso de esos principios éticos (que admiten las balas como parte del reino de la tierra pero apestan a quienes las reciben) sería llenar con ellos los agujeros que van abriendo las excavadoras para extraer la memoria histórica. Podría hacerse al revés –puede pensarse- pero para qué: el anciano ya tiene llena de muertos la cabeza.
La ciudad juarez y los perros
04 mayo 2006
what it hurts
03 mayo 2006
refundicion del estado
02 mayo 2006
informe 20060428
Sucede que los oriundos de la isla de San Borondón tienen amigos que ocasionalmente les visitan. Sucede también que la mayoría de ellos al descubrir la isla se ilusionan con su republicana sencillez y se apuntan a ella cargados de melancolía y esperanza, a partes contradictorias y yuxtapuestas.
Sucede así que poco a poco la isla de San Borondón va ganando adeptos que la cortejan, ocasionando que crezca en ella, vegetal y líquida, la estridente conciencia de su pequeñez.
Así que aprovechándose de las potentes legañas y naturales inercias que unen a los visitantes con sus propias existencias cotidianas, San Borondón los desplaza y los rebota por todo el ancho mundo en calidad de emisarios, constituyéndose cada uno de ellos en una especie de consulado portátil e inalámbrico que ensalza, contagia y comunica lo visto y conjeturado en el viaje.
Circunstancia que ocasiona con frecuencia que diferentes emisarios coincidan en un mismo punto sin saberlo y manden mensajes telepáticos como bips amorosos y nostálgicos, confundiendo a los ignorantes con sus calladas ondas.
O que, desplegando su tendencia a enfocar el juego de los equívocos como una metodología de la espera, sorprendan a los otros corresponsales con mensajes misteriosos que sólo un cabal ciudadano de San Borondón puede descifrar.
La alegría transitiva que se genera en estos momentos es fuente de energía renovable y gratuita, y, de forma análoga a como dijo Cavalieri para los sólidos, si dos cuerpos tienen la misma altura de miras y al provocarles mediante acertijos se obtienen caras con igual sonrisa, entonces tienen el mismo sueño.