23 febrero 2006

luchadores por la libertad, de mercado

Se lee a estas hora en elpais.es que el Gobierno de Madrid ha acordado hoy remitir al Consejo Económico y Social un reglamento que, en contra de lo establecido en la Ley Antitabaco, permite fumar en los bares de los centros de trabajo que tengan más de 100 metros cuadrados, así como en zonas reservadas para celebraciones privadas. Explica Manuel Lamela, consejero de sanidad y consumo de la comunidad, que tal medida no es inconstitucional ni ilegal y que palía la falta de concreción y la inseguridad jurídica de algunos artículos de la norma estatal. Es perfectamente constitucional pegarse un tiro, perfectamente legal en la acepción que emplea Lamela. Que la inseguridad jurídica que menciona como trinchera ideológica lo sea, en la preocupación por las libertades de la comunidad de Madrid, de los fumadores y no de quienes sufren la pestilencia o las afecciones pulmonares de quienes se envenenan justo al lado ha de obedecer, entre otras cosas, a que a un consejero de sanidad y consumo capaz de validar semejante norma en este momento le viene grande el puesto. O qué sentido tiene hablar de sanidad cuando sólo lo hace de consumo.

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