05 febrero 2006

Desde rusia con espejos

Se lee hoy en El País que Vladimir Putin ha puesto los pilares de un sistema autoritario que socava la constitución y pone en peligro la democracia. Para cimentarlo se dice que lo han dicho los líderes de partidos políticos marginados por el kremlin, como yábloko. Lo dicen los veteranos del movimiento disidente de la época soviética, e incluso lo afirman los dos jueces del tribunal constitucional que emitieron un voto particular discrepante en diciembre pasado. Uno de éstos cree que existe una “crisis del sistema del poder”. Al punto de que Rusia vive en una democracia dirigida, copiosamente condimentada con la arbitrariedad, la permisividad y la impunidad de los que mandan. Algunos intelectuales críticos se hace cábalas sobre las causas del gran interés que la televisión estatal presta al periodo soviético, ahora que los canales del estado son claros instrumentos de propaganda política. Poco a poco se están aprobando leyes federales, que van cambiando paulatinamente el espíritu y la letra de la constitución. Publíquese unas páginas antes, en la sección nacional, y las denuncias son las de cada día aquí, idéntico el pregón de alarma ante la impunidad del fraude rotatorio –de izquierda a derecha y viceversa- a lo democrático. No, no es cuestión de si tal habla mal de esto y menos mal de aquello. Sólo de que, dado cierto nivel de desarrollo, somos la misma construcción: igual el número de pajas y el de vigas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

bueno, a mí me parece que hay una distancia, qué quieres que te diga, chato...

Anónimo dijo...

puede. sugiero que leas la razón o abc y me lo cuentas. yo lo haría, pero no entiendo nada, ha de estár escrito en ruso. pero gracias. ulises