02 febrero 2006

De Irán y otros órganos

Es muy frecuente confundir la ética con cosas que no lo son. Por ejemplo, confundir ética con religión y considerar que cuando uno tiene creencias religiosas, ya tiene los problemas resueltos. O confundir ética con derecho, y cuando aparece un conflicto, correr a ver qué dicen las leyes. Hay aún una tercera confusión: la de pensar que un problema ético es siempre un problema mal planteado: que basta con recurrir al conocimiento científico para solucionarlo. –dice Gracia. Habla de medicina. O no.

No hay comentarios: