26 octubre 2013

vida


Una conversación de mañana sobre una editorial que se ha de llamar El perro malo es, doce horas después, el nombre exacto del dolor que impide dormir a una mujer. Una obra de teatro, que dura apenas una hora, convoca a los espectadores a volver al día siguiente, como si el entreacto fuese algo que necesitan los personajes y no el público. Los sonidos que hace una casa de noche desaparecen si te levantas de la cama. Cuando te vuelves a acostar, llueve y el repiqueteo de las gotas en las ventanas del techo silencia todo lo demás. Al día siguiente, mientras desayuno, un halcón viene a posarse en la salida de humos de la caldera. Si abriera la ventana y estirara la mano, casi podría tocarle. Duermes y te pierdes cosas.

No hay comentarios: