17 octubre 2013

el hilo


Creado en el cruce mismo de una catástrofe –lo que la piratería hace a los cines- y una elección íntima –optar por la reducción del tamaño de la experiencia-, Gravity es también un cruce de ambas –del cine de catástrofes y de la perspectiva privada, incompartible. Por eso su mejor momento, de serlo mejor que la charla que mantienen los supervivientes de camino a la Estación Internacional, es el más inverosímil, uno que usa los destrozos materiales y los de la conciencia para crear una salida a ambos. Entre lo soñado y lo merecido, la fabula asoma justo cuanta más realidad se acumula, que es decir cuando menos puede soportarse. Como si a esa distancia de la tierra, la primera pesara tanto como la segunda. 

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