Una semana de retraso en la presentación de los presupuestos generales
del estado para 2014, que casi duplica la inversión destinada al teatro, y lo
que ocurre estos días en Madrid hubiera semejado una profecía: no uno, sino dos
Festivales de Otoño. El primero y tradicional, radicado en los Teatros del
Canal, abre hoy con Angélica Lidell. El segundo, nombrado Una mirada al mundo,
cumple su ¿séptima? edición en los Teatros del CDN. Escindido y profético también,
el teatro magnífico de Wajdi Mouawad, que se edificara sobre Incendies, su
versión de Edipo, luce Seuls hasta el domingo como lo hicieran, los últimos dos
fines de semana, la producción moscovita del Teatro del Arte de El duelo, de Chéjov,
y lo que Cheek by Jowl ha hecho de Ubu Roi, de Jarry. Uno intenta imaginar dos
veces, es decir cuatro, semejante nivel de excelencia, y no puede.
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