Wild at
heart, estos días en la Filmoteca, gustaría menos a Stanley Donen de lo que David
Lynch ha de apreciar Two on the road. Programar ambas seguidas no ha de ser
menos sugerente, una vez vistas sus versiones de la mezcla de amor y desguace de
la que no puedes separarte, que hacerlo con sus respectivos retratos del amor
que buscas para mejor perderlo –Respectivamente On the town y The Straight
story.
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