09 octubre 2013

bajo el sombrero adecuado


Las cajas en las que Gay Talese guarda la información recopilada para sus escritos aparecían hace poco en El País como en un búnker, tal si fueran a ser necesarias llegado el día. Un anacronismo más, como su inseparable sombrero. O quizá no. Pues, como el sombrero en sí, preserva no solo la cabeza sino lo que hay en ella, sea una idea del periodismo o una aún más romántica sobre la vestimenta de un caballero. Esta mañana, un clon bastante aproximado de Talese paseaba junto a la plaza de toros de las ventas –traje, sombrero, bastón, andar pausado. A su lado, la plaza parecía una de esas cajas que uno no sabe qué hacen en el búnker.

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