Si el auge de según qué opciones políticas solo se explica en ese ciclo
de revelación y olvido con que las sociedades gestionan lo obvio –que un
mitin se gana enarbolando ideología y un gobierno, pragmatismo-, se diría que
el partido republicano estadounidense vive, desde hace cuatro legislaturas, de esperar
la llegada de ese limbo. Solo así se explica que, con la mitad del paro y el déficit
que dejara george bush jr, y la economía creciendo a un ritmo que no iguala ninguna
economía desarrollada, el partido demócrata venga de perder el control del
Senado y de ver ampliada la mayoría republicana en la Cámara de representantes.
Y que tan bien expresa lo que Luis Monge escribe en El País 6.11 –“¿cómo se explica que en Arkansas ganen
quienes defienden que si aumentan los salarios habrá menos contrataciones mientras
al mismo tiempo se aprueba en referéndum el incremento del salario mínimo?”. Es
en ese paraíso de lo evidente
invisible, que las máximas aspiraciones del partido republicano apuntan contra
la revocación de la Reforma sanitaria y contra la ya compleja aprobación de la Reforma
migratoria, como si fueran nimiedades de la protección social lo que, junto a la
lucha contra el cambio climático, frena una recuperación económica que no está frenada.
Como ocurre aquí con el partido popular, que es casi preferible en el gobierno –por
falaz, corrupto, ramplón y acultural que sea- con tal de no verles instalados
en la obscenidad permanente desde la oposición, la mejor, y única lectura no
deprimente, del triunfo del partido republicano podría radicar en las energías
ahorradas por quienes les leen o escuchan tras ocho años de desvarío continúo
en la oposición. Lo explica ese otro socialista, musulmán, ateo y probablemente
negro que es Paul Krugman:
12 noviembre 2014
11 noviembre 2014
y sin embargo es un periódico honrado
Recién logrado por el partido republicano estadounidense
la mayoría en el Senado al tiempo que sus méritos merecerían perder los escaños
que ya tienen, en nuestro país el que fuera el periódico más progresista, y aún
clama serlo, con la mano derecha imprime noticia de la caída en barrena de
cuanta aspiración de buen gobierno puedan alardear los partidos tradicionales,
y con la izquierda difama sin escrúpulos el surgimiento de un partido cuyo
mayor crimen sería serlo cívico y no aún político, como sería de desear para
competir en igualdad de mediocridad y mentira con las opciones existentes. Es
así como, en el editorial del domingo pasado, tras glosar con benevolencia la
gestión del país en manos del gobierno actual, sugiere “nada justifica dejar a la sociedad en manos de un grupo de diagnóstico
catastrofista y voluntad descalificadora, que niega ser de izquierdas ni de
derechas para ocultar lo que realmente es: simple y vulgar populismo”, que
es, como sugiere la lectura de El País cualquier día de la semana, en su
primera frase justo la definición de la política en manos del partido popular,
y en su segunda, la acepción básica de cualquier campaña electoral de cualquier
partido desde la instauración de la democracia.
La falta de tiempo para leer el propio periódico en el
que uno escribe podría explicar también el más afinado reproche –“una cosa es criticar y otra muy distinta
ofrecer soluciones solventes y realistas a una sociedad necesitada de buena
gestión. Hasta el momento, las únicas recetas que hemos escuchado en boca de
los líderes de Podemos son viejas, fracasadas y delirantes”- que, entre
otras cosas, presume de no haber leído siquiera la tribuna de Pablo Iglesias y Carlos
Jiménez Villarejo publicada en –justo, lo han adivinado- El País un día antes,
contra los paraísos fiscales y su impunidad, cuyas recetas “viejas, fracasadas y delirantes” reproduzco
a continuación para aquellos que tienen la suerte de no leer El País estos días
-“Primera. El G-20 ha de emplazar a todos los
Estados para que requieran la identidad de los clientes con cuentas en las
matrices, filiales o sucursales en el extranjero de los bancos que operan en su
territorio. Segunda. El G-20 ha de emplazar a Suiza para que atienda los
requerimientos de las Administraciones tributarias respecto a la UBS y el
Credit Suisse. Tercera. Los altos cargos de las Administraciones central y
autonómicas y diputados de las correspondientes asambleas legislativas
prestarán consentimiento escrito para que la AEAT confirme con terceras
jurisdicciones que no tienen cuentas sin declarar en el extranjero. Cuarta. El
Gobierno ha de llamar a consultas a los embajadores de Suiza y Andorra para que
justifiquen por qué no han informado sus Gobiernos de las cuentas de Bárcenas y
de Pujol contraviniendo de forma flagrante la recomendación número 12 del GAFI
(Grupo de Acción Financiera Internacional, de la OCDE), como personas de
evidente relevancia política. Resulta escandaloso a primera vista que los
bancos donde han estado abiertas las cuentas de Bárcenas y de Pujol no
informaran a las unidades de Inteligencia Financiera de Suiza y de Andorra de
la existencia de tales cuentas. En el caso de que las explicaciones ofrecidas
no fueran satisfactorias, España ha de denunciar a estos países al GAFI para
que sean incluidos en la lista de países no cooperativos y puedan arbitrarse
las contramedidas que sean pertinentes. No puede tolerarse más la permisividad
de los Gobiernos con el fraude fiscal internacional en directo y gravísimo
perjuicio de los ciudadanos, agrandando la brecha de la desigualdad económica y
social.”
05 noviembre 2014
istmos
“Descubrí
que la mayor parte de las veces que oí decir a un líder del gobierno que algo
tenía que ver con la seguridad nacional, no estaba relacionado con eso sino con
alguna vergüenza personal” –cita Francisco G. Bastierra a Ben Bradlee en la
necrológica de éste, en El País 23.10. Comprado hoy The Washington Post por
Jeff Bezos, dueño de Amazon, lo que su apoyo a Ben Woodward y Carl Bernstein
–contado aquí (http://internacional.elpais.com/internacional/2014/10/31/actualidad/1414778919_213629.html)-
hizo por la salud de la democracia estadounidense en 1972 no puede ser
calibrado hoy, en tiempos en que la Fox lucha por lo contrario, pero habla de un
resorte doble, hoy en decadencia –el tiempo en que la verdad periodística era
suficiente para tumbar un gobierno delictivo, y aquel en que la sociedad acudía
a un periódico impreso para buscar ambos: la prueba de la mentira, el orgullo
de sostener la verdad.
03 noviembre 2014
posando para Savall
Un día antes de que Jordi Savall reciba el Premio Nacional
de Música, uno de sus conciertos magníficos alumbra en el Auditorio Nacional la
vida de El Greco en 23 episodios, que en el programa aúnan el autor, de haberlo,
del motete, la danza, el madrigal o el villancico, con el momento histórico al
que representan. El ascenso al trono de Felipe II, la expansión y contracción del
imperio otomano del XVI, la expulsión del moriscos a principios del XVII se
turnan los mismos instrumentos musicales con la naturalidad con la que el
tiempo largo de los siglos contrae los acontecimientos más dispares hasta
fundirlo en épocas fácilmente reconocibles. Para ilustrar la masacre de 1571 en
Saint-Barthélemy, inserta en la guerra de religiones en Francia, un salmo de
Claude Goudimel imita lo anterior y reduce a dios a un general al que exigir
tanta sangre ajena como amor a lo propio –“Pleitea
contra mis pleiteantes,/ ataca, Señor, mis atacantes,/ empuña el escudo y la
lanza,/ y avánzate para socorrerme./ Carga contra ellos, marcha al frente,/ impídeles
seguir adelante./ Dile a mi alma: Alma, soy yo/ aquel que a ti puede
protegerte./ Por el oprobio sea perdidos,/ sean tumbados y confundidos/ todos
los que persiguen mi vida/ y todos los que a mi ultraje aspiran./ Que sean como
el polvo que es/ por el viento echado donde quiere:/ que el ángel del Dios
omnipotente/ sin tregua los vaya persiguiendo./ Todos los caminos les
resbalen:/ por caminos negros y sombríos/ el ángel de Dioa de sitio en sitio/
los persiga siempre y les dé caza./ Porque con traición me dispusieron/ sus
artificios en una fosa:/ sus artificios, digo, a traición/ prepararon para
darme muerte”.
02 noviembre 2014
un relato
La sede del partido popular en Madrid emplea las plantas
más cercanas a la puerta para albergar la rama madrileña del partido y el área
de prensa y telegenia. Y las más alejadas, para ocupar tesorería y dirección
del partido. Entre unas y otras, servicios jurídicos. Es una distribución que
parecería haber servido de mapa a la expansión simultánea del partido y de la
burbuja de prosperidad nacional, tal si alentada y gestionada en el ascensor
que ha de ir de unas plantas a otras. Puestos en fila unos juntos a otros, los
millones de edificios levantados en nuestro país en los últimos quince años habrían
dado para conectar, sin un metro libre, el auge inmobiliario sin fin que
expoliaba el litoral con las elecciones ganadas consecutivamente por los
gobiernos populares asomados al balcón de la calle Génova. Las tramas de diputados
y consejeros comisionistas que engrasaban la maquinaría electoral en Madrid,
Murcia, Galicia, Baleares o Valencia, sentadas hoy en el banquillo, asfaltaron
también el camino al enriquecimiento delictivo en las promotoras que corrompían
a los alcaldes para que la renovación probable de su mandato perpetuase el
engranaje, y en los bancos donde el dinero inagotable del ladrillo sirvió para
comprar a los consejos de administración, cegados así a los desmanes ajenos al
saber los propios.
Cuatro plantas por encima de las áreas dedicadas a
producir videos y eslóganes, el tesorero del partido popular amasaba una caja b
nutrida con el impuesto revolucionario que promotoras, constructoras,
eléctricas y empresas de todo tipo pagaban en la sombra a cambio de obtener
contratos públicos. La misma caja b que aún hoy rajoy niega haya existido
financió entre 2006 y 2008 1.7 millones de euros destinados a la reforma de la
sede del partido en Génova. De esa caja b inexistente salió en 2004 el dinero
necesario para salvar de la quiebra a libertad digital, fiel portavoz de la teoría
de la conspiración sobre los atentados del 11M, rabiosamente defendida en su
día por aznar, acebes, aguirre, cascos o gonzález pons. Dos de los hombres más
cercanos a aznar –rato y blesa- dirigieron, y llevaron a la quiebra, a la que
era tercera entidad financiera del país tras estafar a millones de pequeños
accionistas en su salida a bolsa. Asomados a los periódicos hoy por haber
ocultado y amparado la concesión de visas opacas que compraban bienes y a
quienes las llevaban, siendo mayoritariamente empleadas para usos en nada
relacionado con la representación de sus cargos, representan, a escala, miméticamente
lo que el partido popular recibió, solo en 2008, en donativos ilegales: más de
un millón de euros. Según la contabilidad b hecha pública por su extesorero al
ser capturado y encarcelado, el partido dedicó buena parte de ese dinero a
pagar sobresueldos a su cúpula directiva. “El
pago en dinero negro no tiene, según la Agencia Tributaria, reproche fiscal ni
constituye delito.” –se lee en El País 29.10.
Tan obvio debía ser el mapa, tan claras sus
instrucciones, que fueron seguidas con celo escrupuloso, e idéntica fe en la impunidad,
por cuanto satélite se conciba, cercano o no: ya sean las prácticas de extorsión
explícita del presidente asturiano de la ugt; o las maniobras altaneras de la corrupción
peleada con el blindaje que le prometieron a quien emparentara con la casa real;
ya sea la mentira e hipocresía como bandera oculta bajo la camisa del fundador
del nacionalismo catalán contemporáneo; los fondos para el empleo en manos de
la dirección del socialismo andaluz; o el saqueo y fraude contumaz en manos del
mismísimo presidente de los empresarios españoles. Podría pensarse que no hay quien
de más, y sin embargo es improbablemente cierto. Como contara la película de
Spike Jonze Cómo ser John Malkovich (1999), escondido entre cada planta de un
edificio, hay otros mundos, esperando a ser hallados.
01 noviembre 2014
podemos mentir
Preguntado por Jordi Évole si le gustaría disponer de un
programa de televisión, “en un tono
distendido y entre risas, Pablo Iglesias respondió que “sería la hostia” e incluso
ironizó con ofrecer un ministerio a Sabina, quien hace unas semanas mantuvo con
Podemos una polémica sobre la utilidad y los planteamientos políticos”-publicaba
El País 27.10. Solo que el titular parecía
no haberse leído el artículo –“Pablo
Iglesias ansía tener un programa de televisión si llega a ser presidente”. La
noticia no viene firmada. Lo que, con
suerte, habla de la vergüenza experimentable en la redacción, y sin ella, de cómo
el periodismo labra su caída al mismo tiempo que los hábitos de consumo se lo piden.
Es así como, a fuer de ver impreso el periodismo menos pensado, el día menos
pensado uno dejará de comprar el periódico que ha comprado cada día de los últimos
20 años.
19 octubre 2014
preferiría no hacerlo
O cómo la literatura anterior al siglo XXI no tiene la culpa de que exista internet:
http://elpais.com/elpais/2014/10/15/icon/1413381412_585189.html
http://elpais.com/elpais/2014/10/15/icon/1413381412_585189.html
17 octubre 2014
visibilidad y ausencia
A punto de entrar en el noveno año de recesión global, aunque
los ejemplos diarios de expolio financiero aún semejen los de quien trata de
arrancar de la pared cuanto se pueda, previo al naufragio, apenas dos páginas
consecutivas de un periódico dan para explicar lo exiguo que media entre la línea
de salida moral que Jose Viñals, consejero financiero del FMI, nombra como “la importancia de la ética del banquero,
qué hacer cuando nadie te ve”, y la meta inmediata que Joaquín Estefanía describe,
apenas unos centímetros más allá de la salida –“la Gran
Recesión transformó el concepto de visibilidad. Los invisibles habían sido
siempre los más pobres. Con las dificultades económicas, los que han tendido a
ocultarse son los privilegiados, para no ser objeto de indignación. Los signos
externos se exhiben poco. Esto ha cambiado con la aparición de la lista de los
82 de Bankia y sus compras suntuarias. En su mayor parte forman parte de esas
élites extractivas que se apartan de la obtención del bien común y dedican sus
mejores esfuerzos al propio bienestar y al del grupo al que pertenecen. Estas
élites elaboran un sistema de captura de rentas que les permite, sin crear
riqueza, detraer recursos en beneficio propio. Pero Acemoglu y Robinson,
activadores del concepto, también incorporan otro, paralelo: el de las
instituciones extractivas, que concentran el poder en manos de una élite
reducida y fijan pocos límites al ejercicio del poder.
Ese mínimo espacio, que es simultáneamente el que va de
juzgar invisible algo que en realidad no existe, da también para lo que el periódico
de ese día imprime entre ambas noticias: la sentencia de un juez que acaba de
dictaminar cómo la mutua que más dinero público maneja en nuestro país no tiene
“autoridad moral para despedir a una
empleada por ausentarse 3 horas, al ser un hecho público y probado que dicha
mutua debe 43,2 millones, atribuyéndole a sus directivos gastos en mariscadas,
viajes y demás derroches injustificados e injustificables”. No es
invisibilidad moral el doble rasero permanente, observable también en los
alegatos morales de un expresidente catalán, en las llamadas al sacrificio
salarial en boca de quienes, corrompidos por su proximidad al consejo de administración
de la que fuera mayor caja de ahorros de nuestro país, gastaban millones de
euros en tarjetas de crédito opacas, o en quienes, desde el partido en el
poder, gestionan la austeridad mortal mientras el tesorero del partido les paga
en negro el triple de su salario oficial. Es solo el hueco de algo que no existe,
la huella imposible de rastrear de una cualidad que ni la banca ni la política
parecen tener en sus balances.
16 octubre 2014
leña del árbol en pie
Tres de las cualidades de
lo español tienen que ver, no con tanto sol como hay, sino con la inefable
capacidad para no ver lo que cualquiera vería. 1. El pinar por el que uno corre,
anexo a una de las zonas residenciales más caras de la ciudad, luce sembrado de
desechos de todo tipo imaginable, que uno solo entiende han de ser arrojados de
noche, cuando semejante destrozo a la vista no impida o chantajee el propio
acto vandálico. 2. No es infrecuente ver a coches saltarse semáforos, no cuando
acaba de ponerse rojo, sino cuando ya hay coches que han salido tras ponerse en
verde el suyo, como si éstos compartieran el destino caprichoso de quien decide
no ver su propio semáforo en rojo. 3. Si un vehículo recrimina a un peatón el
que éste se haya lanzado a cruzar por donde le place, o más explícitamente,
justo cuando el semáforo peatonal está en rojo, no pocas veces obtendrá de
vuelta un insulto acompañado de gestos que lo explican más allá del muro del
cristal del coche o el casco de la moto. Escribe Najara Galarraga en El País
4.10 cómo los huidos de Corea del Norte son acogidos, al llegar a su vecino país
del sur, en un centro gubernamental en el que, durante tres meses, son reeducados
para enseñarles a adaptarse a un mundo que hasta entonces no conocían. Y que va
desde aprender informática básica, a usar una tarjeta de crédito, entender qué es
una democracia liberal, la economía de mercado, qué implican las leyes o los derechos
humanos. El turismo de reeducación no funcionaría porque, antes o después, el
que asiste al balneario vuelve a su país y allí las normas siguen siendo las no
normas. La clave estaría, pues, en obligarles a quedarse allí donde son
reconvertidos en personas listas para reinsertarse en la sociedad. O de forma más
práctica, instalar el balneario allí de donde no compense o no se pueda volver.
El universo en expansión es una baza a favor. El teletransporte ayudaría también. Como empieza por tele, nadie sospecharía.
15 octubre 2014
la esfinge bípeda
En uno de los paneles de
la exposición Mediterráneo, estos días en el CaixaForum de Madrid, se lee cómo,
en un momento de la historia de la Grecia clásica, los escenarios que antaño vieran
la tragedia de Medea, Ajax o Antígona, acogieron a quienes, para poner en
entredicho la ascendencia de los dioses sobre los hombres, recreaban escenas del
Olimpo en las que sus habitantes encadenaban torpezas, estupidez o mezquindad
comparables a las de sus súbditos. Así, el lugar para el que Sófocles imaginara
a Edipo, víctima de maldiciones sin fin, y en el que Eurípides inventara un
deux et maquina que a última hora salvaba al héroe sin más recursos a esa hora,
pasó a mostrar a los dioses que regían tanta crueldad, impunidad e injusticia,
como vieran esos mismos escenarios, de la única forma justa: como unos seres que
solo podían alentarla sintiéndola como nosotros, es decir, siendo nosotros.
14 octubre 2014
Con el frío aumentan los cuchillos
Thomas Bernhard,
que se habría ganado la vida como afilador sin necesidad de rueda en que apoyar
la hoja, con solo pasar los cuchillos por su lengua (y tiene un libro de
relatos con un título parecido), legó entre sus méritos póstumos el haber
dejado listo para publicar el libro que acaso no pocos de quienes le trataron
hubieran puesto sobre papel acerca de sus infatigables dones para vivir en
conflicto con el mundo. Escrito contra las estructuras que concedían premios en
el tiempo en que le correspondió ganarlos mientras cargaba contra ellos, es
justo ese libro el que, adaptado por Évelyn Arévalo y Pep Tosar, puede verse en
La Abadía estos días, nombrado Con la claridad aumenta el frío. Y que es,
lanzado Bernhard contra sí mismo al lanzarse contra lo que los premios
nombraban, ese otro don infrecuente: el del lanzador de cuchillos reconvertido
en tragasables.
13 octubre 2014
To boldly go where no man has heard before
La nueva temporada de Radio
Clásica, en RNE, inserta la música de cine en el programa de 8 a 10 de la
mañana, y en uno del mediodía permite escuchar a Extremoduro como ejemplo de
actualizaciones de motivos clásicos, en este caso de Bach. La programación de
la Orquesta Nacional alterna a Dvorak, Berlioz o Turina con Howard Shore,
Bernard Herrmann o Franz Waxman. Silvia Pérez Cruz comparte ciclo en la sala de
Cámara del Auditorio Nacional con las músicas barrocas de Jordi Savall y con
los lieder románticos en la voz de Anne Sophie Von Otter. El concierto
inaugural de la Filarmónica de Los Ángeles viene de honrar la música de John
Williams. En los Proms de hace un par de años podía escucharse las músicas
puestas al servicio de James Bond, incluso en Viena existe un concierto anual
dedicado a la música de cine. Sin que se sepa muy bien qué quiere decir la
frase “si Mozart hubiese nacido hoy día compondría para cine”, o sin que eso
signifique, por fuerza, que Miklós Rosza habría compuesto ópera de haber nacido
en 1800, los géneros se acercan hasta caber, en público, en los mismos
instrumentos de que brotan ambos. En 100 años, quizá las óperas escritas por
Korngold terminarán de cerrar el círculo que une las músicas compuestas para
reyes y las que para niños.
08 octubre 2014
sin tiempo para siglos
La mezcla de música y teatro llena los espacios mientras vacía los tiempos. La vida alegre, compuesta por Falla en 1904, suena por momentos a los espirituales que Gershwin fundiría en Porgy and Bess en 1935. A quince días de que Ana Zamora, directora habitual de prodigios que rescatan formas teatrales y musicales del medioevo, versione Carmen, de Bizet, en el Teatro de la Zarzuela; a un mes exacto de que las naves del Matadero acojan la versión teatralizada de Andrés Lima a partir del disco de Lou Reed, Berlin; a siete semanas de que Ute Lemper traiga al Auditorio Nacional las voces de Brecht o Marlene Dietrich, puede uno acercarse al kiosco los domingos y adquirir la colección de Viajes extraordinarios de Julio Verne, cuyos espacios imposibles siguen sonando a música, celestial, subterránea o submarina, siglo y medio después de escritos.
07 octubre 2014
una patada más
Hace unos años, un famoso locutor de radio clamaba desde
los medios haber sido estafado por su administrador, quien le habría robado millones
de euros. Lo peculiar venía al detallar, días después, en qué se había gastado
el estafador semejante renta: en sostener una revista de fútbol, patética por
defecto, que incluía premios anuales y su lujosa fiesta correspondiente. Todo
patrocinado por el desdichado locutor. Estos días se asoma a la prensa el padre
de un famoso jugador de fútbol, que, inmerso en la investigación de un fraude
fiscal por valor de 9 millones de euros relacionados con el fichaje de su hijo,
dice cobrar dos millones de euros anuales del club catalán que contratara a su vástago,
para ejercer de ojeador en Brasil. Un infeliz que roba para dilapidar en un proyecto
idiota. Un club de fútbol que estafa en aras de un proyecto que necesita de la misma
mitología que la región en que se halla. El sueño de la sinrazón, los mismos
monstruos.
06 octubre 2014
la rueda doble de Pinarello
Muere Giovanni Pinarello, quien como constructor de
bicicletas revertiera la suerte exacta que le acompañara como corredor
profesional. Acaso llegar el último sea la mejor forma de fijarse bien en las
bicicletas de los demás cuando te adelantan. Honrando a ambos –al que acabara
último en un Giro de Italia- y al que diera su nombre a algunas de las mejores
bicicletas del mundo, uno tiene desde hace un año largo una de sus bellezas en
el estudio, nueva, casi intacta, que no uso nunca. Como si Pinarello tanto
mereciera gastar en ella lo que vale como ser prudente en pasear su nombre por
las carreteras.
llamada a perdurar
De cuantos estereotipos acuna y transgrede La llamada, el musical de Javier Ambrossi y Javier Calvo, en el Lara por segunda temporada consecutiva, el de las adolescentes protagonistas –Macarena García y Anna Castillo- hacia una luz imprevista es solo más chillón que el que afecta a las monjas –Gracia Olayo y Belén Cuesta-, pero es ésta última la que atrae la función hacia sí con el menos previsible de los recursos –el apocamiento volcado como arma de seducción. Es justo el magnífico trabajo de Cuesta lo que hace de la Llamada un musical atípicamente comercial y simultáneamente interesante desde, al menos, uno de los personajes. Pero hay un protagonista más, uno que apenas pronuncia un par de frases más allá de las canciones (de Whitney Houston) que le corresponde cantar. Y es el más delicado de los personajes posibles: dios. Sin ese trabajo especialmente afinado en la creación de su rol, La llamada sería probablemente irrelevante o desastroso. No lo es porque el mayor logro de Ambrossi y Calvo es calibrar con sumo cuidado –es decir, con la distancia natural que el personaje exige- la respuesta de dios a los ruegos de todos y a la empatía con el personaje de García. Richard Collins-Moore es un impagable demiurgo al que solo pudiera interesarle lo que las voces humanas emplean en usos mejores que alabarle. La sorna fugaz y los modos de cantante pop al uso son un recurso valiente que se bastan para lo menos valioso aquí –explicar a qué vino o por qué- y explotan en la dimensión verdaderamente obvia del personaje –lo incomprensible de sus actos, lo poco que nadie que crea en dios podrá decir alguna vez que entiende uno solo de sus actos. Lúdico, pueril o manido en los modos de las adolescentes, amargo en la confesión del sacrificio inmenso que exige el sacerdocio a los veinte años, su milagro es un dios al que poco parecen importarle las vidas consagradas a él, y mucho la melodía simplona con la que resistimos.
05 octubre 2014
hijos del catarro
Aunque escrita en 1940, Eugene O´Neill prohibió la
publicación y representación de Largo viaje del día hacia la noche hasta
transcurridos 25 años desde su muerte. Solo tres esperó su viuda, y así, cuando
la peripecia de los Tyron fue finalmente estrenada en Estocolmo en 1956, en esa
casa del sur estadounidense llevaba un año viviendo otra familia, la de los
Pollitt, que Tennessee Williams pusiera ahí en su Gata sobre el tejado de zinc
caliente. Si en la obra de O´Neill el patriarca James y sus hijos Jamie y
Edmund pugnan por ocultarse unos a otros la recaída en la adicción de su madre,
Mary, a la morfina, en la de Williams el patriarca Big Daddy se muere de cáncer
sin que sus dos hijos, Brick y Gooper, quieran decírselo.
Si en la primera, la tuberculosis de Edmund es un secreto
a voces, en la segunda la velada homosexualidad de Brick no escapa a la mirada
del resto, por mucho que trate de guardarla en botellas de alcohol previamente
vaciadas. Para quien no quiera ver en ambas las más logradas obras de sus
autores respectivos, puede ver el más fiel retrato de quienes las escribieran:
como Brick, Williams fue alcohólico y homosexual en un tiempo en el que lo
primero era un signo de hombría y lo segundo, un tabú. Como Edmund, O´Neill era
hijo de un actor y una madre adicta a la morfina. Como Jamie, sufrió depresión
y alcoholismo. Lo que termina de unirlas viene también de la vida real de sus
autores: la lobotomía autorizada por los padres de Williams, que dejó incapacitada
a su hermana Rose, prefigura el destino de Edmund el tuberculoso en manos de su
padre, tan acaudalado como avaro. En el hospital público al que le enviara esperan
ya los mismos doctores a los que Williams odiara.
Mario Gas pudo haber sido todos los O´Neill que éste
pusiera en su obra: tras serle ofrecido el papel de Edmund, y el de Jamie años
después, sería finalmente James Tyrone en 2014, en el teatro Marquina. O´Neill
debía saber que nunca es peor actor James Tyrone que cuando, en boca de un gran
actor, dice haber vendido su alma a cambio de dinero, a Shakespeare por justo
lo que éste dejara en vida: una colección de firmas en registros de propiedad.
04 octubre 2014
el esfuerzo exacto
Extracta Sandro Pozzi en El País 3.10 cómo el nuevo informe del FMI –la nueva mediocridad-, presentado por su directora, Christine Lagarde, exige a los líderes políticos “más ambición y más esfuerzo”, ante la recuperación de la crisis persistentemente “decepcionante, quebradiza y desequilibrada”, su temor a “los riesgos por la alta valoración de algunos activos y a que la liquidez se vaya a las esquinas más oscuras del mercado. A punto de cumplirse ocho años desde que la crisis financiera global produjera discursos en todo el mundo pidiendo una mayor regulación, “las partes no reguladas del sector financiero están creciendo muy rápido”. Las páginas que no se pasan en economía, se pasan en periodismo. Y así, en el mismo diario, el mismo día, se lee sobre el ejemplo enésimo de la ambición y el esfuerzo bancario, tan cercanos al que perméa la política: cómo durante los cuatro años anteriores al estallido de la crisis, y aún cinco después, 86 personas –directivos y consejeros- de Cajamadrid, y después Bankia, gastaron más de 15 millones de euros en viajes, restaurantes, ropa y hoteles, en tarjetas de crédito opacas a la contabilidad. Esto es, al margen de gasto de representación alguno. Levantados en la misma línea divisoria de la legalidad y el saqueo, de lo aprobado en una junta y lo inmoral a poco que entre luz por un rendija, una quincena de directivos de la caja hundida y exhumada cobró casi 68 millones de euros entre 2007 y 2010. En el informe entregado a la fiscalía, las tarjetas estaban vinculadas a “cuentas correspondientes a errores de servidor informático”. Como un virus que sobornara a los anticuerpos en vez de vencerles en combate, la propagación de las prácticas corruptas en nuestro país, acaso por doquier, exige solo que quien ha de callar participe de los beneficios de quien delinque. La impunidad que embosca el título del informe del FMI oculta que la nueva mediocridad –moral también- no es, en banca o política, un amenazante punto de llegada, sino un inevitable punto de partida.
22 septiembre 2014
35 mm de piel
Rodada
a lo largo de 12 años, amén de redefinir la idea de superproducción, la última
película de Richard Linklater es vida imitando cine, y no al contrario, que es
lo habitual. Incluso el lamento final del personaje interpretado por Patricia
Arquette, viendo su vida como un ciclo que acaba, llegada la hora de que su
hijo se vaya a la universidad –“pensé que
habría algo más”- suena más a lo que se le pide a un guión en muchas de las
películas estrenadas. Su mayor logro pudiera ser justo ese: no buscar la ficción,
no buscar una historia por cuyo reparto hubieran matado los hermanos Wachowski,
sino contar la vida a través de la escasa grandeza, de la familiaridad íntima
con la que casi todo lo que le ocurre a cualquiera nos es conocido, sin que de
su enumeración pueda sacarse un relato que pueda sorprender, contar algo nuevo a
alguien. E incluso que algunos personajes salgan de la narración abruptamente como
si un fallo de montaje los hubiera eliminado sin avisar al guionista acaba
honrando esa misma cualidad que la vida real oferta. Enmarcada en ese paisaje
del suburbio norteamericano hecho de casas y jardines idénticos, acaba contando
la mayor y más improbable gloria de una especie tan dotada para la exaltación como
para el aburrimiento: que la supervivencia más digna a la vida pudiera estar no
en el temor a lo que vendrá, sino en negociar con lo que no deja de venir.
21 septiembre 2014
burros en manos de burros
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/09/19/actualidad/1411158144_404356.html
veinte veces más ignorado
Las
páginas de economía de un periódico permiten siempre el ejercicio de calibrar
el contraste entre la probable verdad terrible del diagnóstico –leer a Krugman
es siempre esto- y la tranquilidad con que el resto de noticias impresas se
suceden en las siguientes páginas y los siguientes días, como si solo se
leyeran a sí mismas. Queda a cada cual discernir si el error está en la
previsión o en la inopia que el mundo prefiere como modo ubicuo de gestión. Es
así como El País 19.9 puede imprimir esto acerca de la oms –“Este es el mayor brote que el mundo haya
visto. Necesitamos aumentar veinte veces la asistencia. Los casos se doblan
cada semana… el brote está llevando a los gobiernos afectados al borde del
precipicio. Es el desafío más importante en tiempos de paz que haya afrontado
Naciones Unidas. No habíamos visto algo de esta escala, de este nivel de
sufrimiento. Es una crisis social, económica, una amenaza a la seguridad
mundial. La vida de 22 millones de personas en los países afectados se ha
derrumbado. Nada de lo que vemos tiene precedentes.”- y en la misma página,
noticia de la previsión demográfica para finales de siglo, 11.000 millones de
personas (4.000 solo en África frente a los 1.000 actuales) frente a los 7.200 que
somos hoy. Y, como ocurre con las páginas de economía, darle la misma importancia
que al resto de cosas que nos ocurren cada día: el fútbol, el cine, la cerveza.
20 septiembre 2014
medida por recambio
Shakespeare,
que vivió en un tiempo en que las compañías reclutaban gente de la población a
que llegaran para interpretar pequeños papeles, habría visto como natural que
el asistente de dirección ocupe el puesto del protagonista principal, y más
aún, que la razón sea que el actor principal –Richard Burbage entonces, Alexander
Feklistov en el montaje de Cheek by Jowl estos días, en el María Guerrero- sea
devuelto a su país nada más bajar del avión por su actitud durante el vuelo. Es
así como, si nadie viene a decírtelo, el asistente de dirección de esta producción
del Barbican londinense y el Pushkin moscovita puede pasar por el Duque sin
mayor problema, sin que acaso tu memoria lo relacione con el hecho de haber
visto, media hora antes del estreno, cómo uno de los miembros del equipo pasea,
texto en mano, como si acabaran de darle el papel. Pasa la compañía junto a ti,
en el bar, tras la función, y solo entonces el duque parece, de forma tan obvia,
el asistente de dirección Kirill Sbitnev. Y sin embargo vienes de una función perfecta,
nítida y grácil, que fluye con una claridad gozosa que uno no recuerda haber
sentido en anteriores versiones de Medida por medida.
Poco
desentona, por demás, en una obra en la que el personaje principal la atraviesa
disfrazado de monje para poder, así, observar cómo se desenvuelven sus súbditos
en sus ausencia. O en la que el personaje de Ángelo, una suerte de inquisidor clásicamente
a merced de sus instintos cuando nadie mira, recuerda a Putin a poco que uno le
observe. Doce meses exactos desde la magnífica Ubu Rey y ocho años después de que
Donellan y Ormerod trajeran a este mismo teatro una luminosa y festiva Noche de
reyes, interpretada también por un elenco ruso, la categoría en que Medida por
medida suele ser encajada –una de las tres Problem plays de Shakespeare- es, en
manos de Donellan, apenas un problema clásico: la elección adecuada de quién se
baja de un avión o de su casa para dirigirla.
19 septiembre 2014
balcón a ningún lado
Quizá
porque ya las dos obras de Vargas Llosa representadas en el Español en los
últimos tres años han contado de cierto quijotismo lo que ya podían contar –en
La chunga, el secreto propio como excusa de la ensoñación ajena; y en Kathie y
el hipopótamo, el refugio en la ficción de un relato para sobrevivir a otro más
áspero- este Loco de los balcones es solo la acotación a ambas. Y de paso,
escasamente teatro. Asombra que nadie lo haya dicho en voz alta a tiempo de
parar el despropósito. O al menos de haberlo parado antes de las casi dos horas
que dura el evento. La acción es mínima y previsible, y el resto es acotación a
lo que es obvio a los cinco minutos del relato. Fatigosa, interminablemente repetitiva
en torno a lo que es, en su lección moral, mucho más claro material de columna
de un periódico, como presunto teatro cansa y aburre sin remedio. Desperdicia a
Sacristán, ensalza una parte, escasamente gloriosa, de la obra de Llosa que
debiera quedar para estudiosos, y pone en un escenario lo que no pertenece a
él. Y ni siquiera queda el consuelo, como ocurría con Ana Belén en Kathie, de
escuchar cantar a Alberto Frías a pleno pulmón.
17 septiembre 2014
vuelta a Millás
En
tiempos de la reducción traída por internet, la concisión pasa desapercibida, o
peor aún, parece una más de las herramientas al servicio de la primera. Por eso,
y porque el ejercicio más asombroso de la concisión al servicio de la creatividad
es repetir la primera sin agotar la segunda, se lee a Millás como si siempre fuera
a estar aquí, concentrando ambas –brevedad e inventiva- en un formato que
viniera con el periódico como lo hacen los idénticos suplementos de moda que
retractilan todos. Escribe sobre Julio Verne, a la vuelta de vacaciones, en El
País 14.9 –“he aquí un tipo que descubrió
el siglo XXI dentro del siglo XX, lo que viene a ser como adivinar la edad de
los metales en medio de la edad de piedra”- y ni leerlo en Internet resta
fulgor a ese brillo familiar de la edad del genio inserto en el molde de la del
ingenio.
16 septiembre 2014
de memorias propias
Se
cumplen 100 años del nacimiento de Bioy Casares, que son también 20 desde que
uno regalara a un par de amigos uno de sus libros menos suyos, a la manera en
que Paul Auster compilara su Pensé que mi padre era dios (2002): uniendo textos
ajenos. Aquel libro de Bioy, publicado en España por Tusquets en 1997, se llamó
De jardines ajenos y contenía citas, fragmentos, frases escuchadas por el
escritor argentino durante sus viajes. No sabía uno al regalarlo que, ligado él
mismo a la sombra imposible de Borges, de quien fue amigo íntimo durante décadas,
su obra iba a quedar, también, si no sembrada en suelo ajeno, sí leída como si
compartiera el agua que regaba el de al lado.
15 septiembre 2014
decir lo que no quiero oír
Una
carta publicada hoy en El País se lee como el eco real de lo que, en la página
de enfrente, se clama desde el socialismo madrileño organizado contra la
posibilidad de ser superados por Podemos en las próximas municipales: escribe
Felipe Cerezo-Yuste desde Valladolid que decidir no votar a un partido a raíz
de una “declaración, comentario o
decisión desafortunada es exigirle la perfección a un partido cuando es
totalmente imposible. Si algún partido se acerca a parecerlo, probablemente
ofrece lo que no puede cumplir, y es populista… cómo quizá los partidos hasta
hoy mayoritarios lo siguen siendo porque muchos de sus votantes aceptan sus
problemas a cambio de sentirse representados en lo que les importa”. Desde
la página opuesta, el presidente del socialismo madrileño organizado clama
contra cómo “el juego populista iniciado
por el pp es antipolítica… cómo el pp ha encontrado unos aliados (Podemos) que
no podría imaginar… cómo el partido de Pablo Iglesias es “oportunista, tiene
vocación de totalidad y no sabe gobernar una sociedad plural… cómo hay partidos
tremendamente eficaces para la destrucción y no para la construcción”. Sin
ese nombre –Felipe- y esa población – Valladolid- de por medio, quizá lo que
desde el psoe se aceptaría enunciar es que a qué venir a exigir que quien
promete algo en política esté, además, obligado a cumplirlo, o al menos a no
avergonzar aquel propósito. Como si a estas alturas, además de las ventajas de
la fe, hicieran falta los milagros. Por eso el olor que viene del psoe es el de
Lázaro, esperando lo que le prometieran.
11 septiembre 2014
día mundial del mundial
En el día mundial de la prevención del suicidio, España anota 52 puntos en cuartos de final ante Francia.
04 septiembre 2014
nacionalismo y sustrato
El roble en que ancla sus ramas identitarias el país vasco sufre en su cuarta generación o los achaques del suelo o la dieta de nutrientes pobres que nutre su política.“Ha entrado prematuramente en el otoño”, confirmó ayer la profesora de Biología vegetal de la Universidad del País Vasco Miren Duñabeitia. Las pocas hojas que le quedan son marrones, su tronco se mantiene esquelético, y en el arcilloso suelo a su alrededor han abierto un foso para intentar que sus raíces vuelvan a nutrirse y crecer. Los turistas no pueden ni acercarse.” –se lee en El País, ayer. Pobre roble, a quien no pueden matar ni dejar morir.
02 septiembre 2014
un nombre mejor
A medida que los efectos de la crisis se enquistan en lo social, un nuevo nombre que darle al apocalipsis surge, uno al que tranquiliza el alza bursátil, el interés al que se financia el estado al emitir deuda, la costumbre de la precariedad hasta poder ser pronunciada como estructural, es decir, fuera del alcance del sistema que podemos tener. Y por cada nueva puerta a la recuperación que se dice ver, nuevos tabiques se añaden dentro. Y dentro de ellos, el mundo es el antiguo, el que creó la burbuja financiera, el que fingió el estado de bienestar, el que sostiene aún, por poco tiempo, a los partidos de izquierda mientras se gesta la nueva alternativa, que lo es al tiempo contra la derecha neoliberal y contra los acuerdos de cesión de soberanía nacional. Y cuando la precariedad se haya enquistado, nadie tras esas puertas de la política y el gran dinero dirá recordar que, incluso al amparo de una prosperidad de ficción, la dignidad laboral obtuvo cotas ganadas con sudor y sangre. Qué más podría satisfacer a los dueños del dinero que la enésima derrota del socialismo vía destrucción de los derechos laborales. Para conmemorar un siglo de la matanza en las trincheras, se desciende a ellas a vivir.
01 septiembre 2014
cada 12 meses
A falta de horas para que El País aparque la costumbre veraniega de entrevistar a gente inteligente para volver a llenar páginas con el discurso pueril, mezquino o directamente bobo que nutre la política y la economía, una página que poder leer cada día de aquí a julio de 2015.
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/01/14/actualidad/1389716541_468969.html
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/01/14/actualidad/1389716541_468969.html