13 octubre 2014

To boldly go where no man has heard before



La nueva temporada de Radio Clásica, en RNE, inserta la música de cine en el programa de 8 a 10 de la mañana, y en uno del mediodía permite escuchar a Extremoduro como ejemplo de actualizaciones de motivos clásicos, en este caso de Bach. La programación de la Orquesta Nacional alterna a Dvorak, Berlioz o Turina con Howard Shore, Bernard Herrmann o Franz Waxman. Silvia Pérez Cruz comparte ciclo en la sala de Cámara del Auditorio Nacional con las músicas barrocas de Jordi Savall y con los lieder románticos en la voz de Anne Sophie Von Otter. El concierto inaugural de la Filarmónica de Los Ángeles viene de honrar la música de John Williams. En los Proms de hace un par de años podía escucharse las músicas puestas al servicio de James Bond, incluso en Viena existe un concierto anual dedicado a la música de cine. Sin que se sepa muy bien qué quiere decir la frase “si Mozart hubiese nacido hoy día compondría para cine”, o sin que eso signifique, por fuerza, que Miklós Rosza habría compuesto ópera de haber nacido en 1800, los géneros se acercan hasta caber, en público, en los mismos instrumentos de que brotan ambos. En 100 años, quizá las óperas escritas por Korngold terminarán de cerrar el círculo que une las músicas compuestas para reyes y las que para niños. 

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