La nueva temporada de Radio
Clásica, en RNE, inserta la música de cine en el programa de 8 a 10 de la
mañana, y en uno del mediodía permite escuchar a Extremoduro como ejemplo de
actualizaciones de motivos clásicos, en este caso de Bach. La programación de
la Orquesta Nacional alterna a Dvorak, Berlioz o Turina con Howard Shore,
Bernard Herrmann o Franz Waxman. Silvia Pérez Cruz comparte ciclo en la sala de
Cámara del Auditorio Nacional con las músicas barrocas de Jordi Savall y con
los lieder románticos en la voz de Anne Sophie Von Otter. El concierto
inaugural de la Filarmónica de Los Ángeles viene de honrar la música de John
Williams. En los Proms de hace un par de años podía escucharse las músicas
puestas al servicio de James Bond, incluso en Viena existe un concierto anual
dedicado a la música de cine. Sin que se sepa muy bien qué quiere decir la
frase “si Mozart hubiese nacido hoy día compondría para cine”, o sin que eso
signifique, por fuerza, que Miklós Rosza habría compuesto ópera de haber nacido
en 1800, los géneros se acercan hasta caber, en público, en los mismos
instrumentos de que brotan ambos. En 100 años, quizá las óperas escritas por
Korngold terminarán de cerrar el círculo que une las músicas compuestas para
reyes y las que para niños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario