13 diciembre 2011

Lo real


Se leen los presuntos cargos por los que será juzgado un yerno del rey y al mismo tiempo, como reverso literal, impresa por detrás la noticia de que la casa real hará públicas sus cuentas a partir de ahora. El escándalo apunta a la excepcionalidad y la imprudencia, y es justo lo contrario para cualquiera que lea periódicos. La púlida imagen de la monarquía patria, su sólida aportación al sustrato político y social, sus instrucciones de uso para tiempos de crisis: no parecer una monarquía, sino un ministerio de la sangre real, donde las reinas lloren junto a las víctimas de un atentado y sus descendientes prosperen perfectamente integrados. ¿Y qué sino integración perfecta y ortodoxa arrojan los modos del encausado?, ¿qué hay más real que esto?.

1 comentario:

A.Pérez dijo...

anda que. todos iguales.