12 mayo 2010
Haarlem, y 5
540.000 bicicletas sólo en Amsterdam. 130.000 firmas a favor de una eutanasia sin enfermedad terminal obligatoria a partir de los 70 años. Abruma pensar que una cuarta parte de quienes uno ve diariamente en todas parte sea al mismo tiempo la marea orgánica que se desplaza y la que, con similar discreción, puja por poder pararse cuando lo desee. Como si la libertad que tan literalmente proporciona moverse merced a la propias energías alentara esa lucidez, impensable en latitudes mediterráneas paleocristianas, donde la vida, como la gasolina que la permite, tiene sus precios y quien los pone.
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