03 octubre 2006

Pendiente de correcciones

Se busca: cuento en el que una mujer pasea con un diente ajeno en el monedero, y cómo éste –el diente- termina por asumir que las monedas que comparten esa boca de tintineos es una de cisnes de formas redondeadas a las que debe aspirar a parecerse. En el cuento el diente padecerá trastornos del sueño y problemas de autoestima, además de una cierta anemia. En algún momento el narrador abandonará su omnisciencia y adoptará la voz de una lentilla que alimenta similares pesquisas al viajar en la cartera del dueño del diente dado en adopción. Inicialmente es una saga, en ella uno y otra se van desprendiendo de trozos de su cuerpo que envían al otro por correo. Cuando los fragmentos alcanzan un tamaño considerable, el cartero los deja en el portal. Si una pareja desea entrar a besarse, con suerte hay una mano dentro que les abre. Sólo es raro hasta que lees a Beckett.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

... o más sencillo, hasta que escuchas a un cronopio, che.

Anónimo dijo...

y qué va a pasar cuándo por correo llegue un corazón?...
La saga continúa.