29 octubre 2006

de menos

La noche en que perdemos una hora
nos quitan al tiempo una estación.
Es de nuevo verano por un día
y el atardecer sucede a salvo, dentro,
como la rara luz de los recuerdos
que más crepitan cuanto más sombrío.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nunca sé si en estos días nos quitan (una hora de luz) o nos dan una hora (de sueño). Es un intercambio dudoso y que nunca he considerado generoso ni favorable. Todas las horas quitadas son pérdidas y todas las horas dadas al recuerdo de las perdidas también. El balance final es negativo.
Es ya otoño casi invierno. Sin embargo este año en Madrid, nos han dejado unos días de adaptación a 27 grados de nostalgia del verano.