"...Y así continuamos navegando, dolidos hasta las entrañas por los compañeros perdidos, pero contentos de estar vivos." (La Odisea)
26 octubre 2006
información al consumidor
quien llamara al teatro de la zarzuela hasta hace dos días escucharía por respuesta que no hay entradas para ver a pina bausch. Las hay, pero no lo sabían hasta ayer. Eso.
4 comentarios:
Anónimo
dijo...
es muy extraño lo que pasa en ese teatro y con ese espectáculo. Hace semanas cuando fui a ver allí a Eva Yerbabuena,una señora aseguraba tener asignada mi misma butaca. Y asi era, pero su entrada, con fecha de 23 de septiembre (fecha correcta,era ese día)ponía que era para ver a Pina Bausch. Gracias a eso, me enteré que Pina venía a bailar otra vez en Madrid. Un lujo. Cuándo vas?
Sin saber cómo o por qué hoy, llega a tus manos la suerte de algún otro. Mitad por un motivo, mitad por otro, sugieres ir a medias, pues sospechas conviene compartir lo que no es tuyo. Mas Salomón es, a las malas, el filo de su espada a repartirse. Te quedas su suerte en caso de divorcio, pero sus maletas guardan, como prometiste, la exacta mitad de lo que tienes: se lleva tus manos, tus ojos y tu boca, asi que sabes que tienes mucha suerte, pues nada se conserva y reproduce como aquello que no puedes usar.
4 comentarios:
es muy extraño lo que pasa en ese teatro y con ese espectáculo. Hace semanas cuando fui a ver allí a Eva Yerbabuena,una señora aseguraba tener asignada mi misma butaca. Y asi era, pero su entrada, con fecha de 23 de septiembre (fecha correcta,era ese día)ponía que era para ver a Pina Bausch. Gracias a eso, me enteré que Pina venía a bailar otra vez en Madrid. Un lujo. Cuándo vas?
2.11. fila 10, butaca 16. llevo gafas y converse negras.
yo también llevo gafas y converse negras pero las buenas casualidades se quedan hasta aqui.
suerte para tí
Suerte para mí.
Sin saber cómo o por qué hoy,
llega a tus manos la suerte de algún otro.
Mitad por un motivo, mitad por otro,
sugieres ir a medias, pues sospechas
conviene compartir lo que no es tuyo.
Mas Salomón es, a las malas,
el filo de su espada a repartirse.
Te quedas su suerte en caso de divorcio,
pero sus maletas guardan, como prometiste,
la exacta mitad de lo que tienes:
se lleva tus manos, tus ojos y tu boca,
asi que sabes que tienes mucha suerte,
pues nada se conserva y reproduce
como aquello que no puedes usar.
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