02 abril 2006

paseo

camino ahora por tus calles lo mismo que entonces cuando fui republicano y español en un tanque de la división leclerc y la plaza de la concordia esperaba desnuda que vinieran a liberarla de la muerte, ahora como entonces cuando los estudiantes descubrían que debajo de los adoquines estaba la playa y en las paredes las pintadas proponían una nueva forma de organizar la vida, o luego cuando trocadero montmartre beaubourg notre dame eran las casillas de una rayuela que volver a jugar, un deja vu que operaba como un manual de instrucciones para saber a dónde ir, de dónde venir cansado después de sentir la felicidad de volver a ver algo que ya conocías sin haber estado nunca, el río llevándose las hojas muertas que salían del piano de bill evans, sabiendo que después de todo en montparnasse estaba julio para siempre
acompañamiento opcional

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimada amiga: me encantó tu texto.

Anónimo dijo...

Et voilà: http://framboise781.free.fr/paris
(avec la sonnerie)

Anónimo dijo...

Ah, Sant Dennis!

Anónimo dijo...

AMAR É TUDO
Djavan

Meu amor
Eu nem sei te dizer quanta dor
Mesmo a noite não sabia
O que o amor escondia
Minha vida
Que fazer com minh'alma perdida?
Foi um raio de ilusão
Bem no meu coração
E veio com tudo
Dissabor e tudo
Veio com tudo
Dissabor e tudo
Eu sei,
Eu não sei viver sem ela
Assim, um simples talvez me desespera
Ninguém pode querer bem sem ralar
Não há nada o que fazer
Amar é tudo.
http://www.djavan.com.br/#

Anónimo dijo...

(puntazo por el acompañamiento opcional)

… y hay esquinas en esta ciudad que no pueden formar ángulo recto sería una catástrofe por ejemplo para Rocamadur no poder seguir con la mirada desde su cochecito a Cora y a Manuel y a Glenda que la quiere tanto o para el oso que anda por los caños no saber que con un paso a la izquierda sin apenas doblar puede bajar por uno de ellos hasta el club de la rue Valette.
Aquí las esquinas son curvas para no atropellar a los alegres cronopios y saludarles con buenas salenas cronopios cronopios para que Fafner no se empotre contra La Coupoule y se zampe un montón de gateaux así con las puertas cerradas y los faros destrozados y ese evohé de caricias que siempre lleva dentro son curvas para poder divisar la línea de la continuidad de los parques sin realizar giros bruscos con la cabeza o los pies para ver desde cualquier esquina a la Maga sentada y esperando en alguna barcaza o quai del canal de St. Martin… y así poder evitar o meterse depende en todos los fuegos del alma.

Anónimo dijo...

tan violentamente tarde...