01 abril 2012
símbolos al peso
Escribe Pablo de Llano en El País 30.3 que este siglo es
el del volumen como sentimiento de culpa. Lo hace sobre el telón de fondo de
una exposición que celebra en México 177 de las obras de Fernando Botero. Y
tanto podría aplicarse a esa muestra permanente que, desde la política, ha
terminado de sustituir, por ensanchamiento del discurso, el sentido de estado
por el de partido, y éste por el de concurso de televisión. Inflar la realidad modifica
los rasgos y al alejarlos, aleja también la comprensión rigurosa de lo que
afrontamos. No se aprecia más a Botero de lo que se ama a Egon Schiele, pero la
carne convertida en campo abierto dice de nuestra atención en otras áreas algo
que tiene que ver con la pereza y el ensimismamiento que tanto relaja al
abandonarnos a la mirada perdida, a la que, en demasiados aspectos de la vida
pública, nos basta la idea y aburre el detalle.
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