16 abril 2012

menos sinfonía, más juguetes

Es toda una decisión la de elegir el programa de los conciertos familiares de los sábados por la mañana en el Teatro Real. Si el Concierto para clarinete y orquesta de Mozart aspiraría –en vano- a calmar a los niños que pueblan el auditorio, las dos piezas de Sherezade, de Rimski-Kórsakov –más rotundas, por momentos llenas de un caudal de sonido muy superior- logran que el parloteo o la desesperación aburrida de su público sea, durante esos instantes, inaudible. Mozart y parte de su audiencia han venido esta mañana a cosas distintas. Solo los padres están aquí por el mismo motivo, sin gran éxito. Qué parte de la música que escuchan los adolescentes no tendrá como objetivo devolver el favor: mantener callados, acaso tirados por el suelo, a sus progenitores. 

1 comentario:

A.Pérez dijo...

....mmm... se portaron los niños como "niños" veo, jejeje, ya verás cuando empieza a parlotear carlota! :)