12 octubre 2011

Raro ya de mañana


Lo cuenta ya el tráfico, inexistente a horas en que debería colapsar la calle, y lo reafirma el empleado de la piscina, que advierte que quedan aún dos horas para abrir. Rara vez sé que un día es festivo hasta que piso la calle rumbo a un lugar que no puede estar abierto. Y debo de ser uno de los pocos seres humanos que ha encontrado cerrada una tienda de ikea. Qué más cosas no se me cuentan.

2 comentarios:

Diego dijo...

Eso te pasa por sinvergüenza...Eres el único al que se la suda la jornada laboral.. :P

uliseos dijo...

ja ja
gran verdad, hermanos!
en el pecado tengo la penitencia :)