19 abril 2016

plan b

Allí donde más improbable es no advertirlo, en un escenario, Denise Desperoux parece haber lidiado con ese trauma de la decisión literaria que es al elegir un tema, desechar sus variantes próximas. Pues dos de sus textos que vienen de ser representados, o aún siguen en cartel, tocan los mismos temas, con parecida sorna y mirada compasiva sobre sus efectos. Uno puede entrar estos días a ver Carne viva en La pensión de las pulgas y seguir viendo Los dramáticos orígenes de las galaxias espirales, hasta hace nada en el María guerrero. El mismo universo, conspirando para que no recuerdes de qué te suena todo esto.

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