10 abril 2016

éxtasis de la lombriz




Al igual que otras franquicias de la ciencia ficción –Star Trek, Terminator, Aliens- que han viajado hacia el pasado para reiniciar la historia ya sabida y agotada tras secuelas enésimas, La guerra de las galaxias mira hacia sus orígenes con una lupa puesta sobre los intersticios de los acontecimientos que ocurrirán hagan lo que hagan quienes salgan en Rogue One y el resto de precuelas que vendrán. Ese matiz –el heroísmo condenado a dejarnos en la casilla de salida- añade viñetas al tebeo a base de pintar en el canto de la hoja. Por eso las peripecias del episodio VII –el despertar de la fuerza- se hacían aburridísimas. Por mucho que excaven, las raíces de ese árbol genealógico sostienen ya un tronco que cualquiera se sabe de memoria.

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