18 enero 2016

Uli-ses



Uno se acuesta muchos días sin saber por qué he de hacerlo, por qué acabar el día si en él no logré tanto de lo que querría, si no he llegado a sentir, disfrutar, usar o distinguir parte de lo que cada día debería aportar a un hombre antes de poder dar un día por terminado, por empleado, antes de poder estrenar uno nuevo. Pero los días se suceden sin que sean colmados, con más intento que plenitud. Y uno, que ha visto a mi tía Uli crear y mantener unida una familia tan magnífica como compleja, asistir a ella desde un centro que era también eso que no es automático -el núcleo- piensa que ella debía acostarse cada día sin saber qué es eso que yo siento cada noche. Bendita ella, y benditos los días que estuvo entre nosotros, completándonos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un beso...

uliseos dijo...

un beso anónimo… quién lo diría
gracias, seas quien seas