28 marzo 2007
100 grs. de patria
En días en que no pocos ladran por aquí, sin mucho pudor, llamando a sustituir las voces por bozales, memoria de Francisco Ayala, nacido en 1906, a tiempo de ver cómo el siglo entero probaba que las banderas se hicieron para componer mortajas que hicieran a caronte el viaje más vistoso. Escribió en su Muertes de Perro la escena de un can que es entrenado por un infeliz para ladrar el himno nacional del país en que transcurre todo, y de cómo -capricho enfrentado a capricho- éste es ahorcado para desolación del desdichado que tratara con ello de amaestrar no sé qué forma de deuda de orgullo o patriotismo
No hay comentarios:
Publicar un comentario