04 enero 2006

Paz en la tierra a los pies de buena voluntad

Los pies en la tierra, mantenlos justo ahí –dicen quienes acaparan las subastas de sueños, las que para participar exigen mirar hacia lo alto, hacia las manos que se levantan al tiempo que la tuya. Aquello que amas, que necesitas, aquello sin lo que no puedes vivir vive más arriba, en un quinto piso. El suelo cuenta quizás cómo subir, y si no, siempre queda mirar los pies, que están al fin y al cabo más conectados a la cabeza que al suelo. Si no lo lees en el suelo, quizá lo pone en tus zapatos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

un viaje de mil leguas empieza en el lugar en el que están tus pies, dijo Lao-Tse, el chino.

uliseos dijo...

sé donde estoy cuando ella para.