18 febrero 2015

la historia que queda en medio



En 2004 Abada publicó en nuestro país un volumen -Las películas del cajón- que reúne historias, más o menos minuciosamente desarrolladas, que Michelangelo Antonioni no llegó a rodar. Compiladas, en el peor de los casos, como un antídoto contra la frustración, no solo sugiere esa posibilidad que otros podrían secundar –lo que no hice, lo que no me permitieron hacer- y que mejor iluminaría la obra que sí dejaron quienes por fuerza no dejaron otra: también permitiría, uniendo la lectura de las historias truncadas con la visión de las logradas, reconstruir aquellas, traer rostros sacados de La noche o El eclipse y aplicarlos, por ejemplo, a la historia narrada en Makaroni, donde unos prisioneros de un campo de concentración experimentan toda la conquista y toda la pérdida simultánea que el primer día de derrota alemana les regala. Libros a partir de películas. Incluso como revancha suena apetecible. 

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