26 febrero 2015

jump



Un buen procastinador es aquel que guarda este ejemplar de The Economist hasta tener la edad idónea que sugiere el artículo, y luego espera a leerlo a unas horas de cumplir 47. Que es, de hecho, lo que acaba contando el artículo: cómo la edad adecuada pudiera ser la mezcla mejor de energía y deseos por un lado, y de serenidad y capacidad de renuncia por otro. Algo ayudaría también si los estudios citados incluyeran, a los 46, no a los 70, la pregunta “¿se cambiaría usted por un joven de 20 años?”. Como resumen parcial para quienes no vayan a leer el artículo, este: quien quiera ser feliz, que levante la mano. Quien quiera serlo más, que levante la pierna.

http://www.economist.com/node/17722567

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