16 febrero 2015

Into Sondheim´s trees



A un productor teatral de musicales ha de maravillarle la forma en que el cine, eventualmente, convierte la parte más ardua de representar uno en un escenario –la financiación- en una de esas apuestas seguras, a condición de multiplicar por diez el dinero necesario. Como en la adaptación previa de otro de los musicales de Stephen Sondheim –The demon barber of fleet street, a cargo de Tim Burton hace unos años-, el reparto de Into the Woods es un cuento de hadas, lo cual es relevante dado que es el único cuento de hadas que, como tal, hay en la historia. La mala noticia relativa –se hace algo larga- palidece ante el fulgor inesperado de ver a Rob Marshall volver al género musical tras la muy fallida Nine, y hacerlo con el vigor que, salvo raros momentos, sostiene la película. En lo que es una muestra del genio enésimo de Sondheim, la media hora que quizá le sobra es la que, en teatro, ni notas que exista. Uno apostaría a que Follies será la siguiente. Y sin embargo, qué valiente llevaría Assassins al cine. 

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