07 junio 2011

Tormenta que se muerde la cola


Ni la frecuencia con que la naturaleza contiene simultáneamente dos fuerzas opuestas –el sol y la llovizna, la flor y el rayo, la abundancia y la escasez- es bastante para sentirnos cómodos con la idea de que, dentro de nosotros, rara vez albergamos una pulsión en una dirección sin sentir la sombra de la opuesta, las veces –mayoritarias- que hacemos algo sin quererlo hecho, pero también las que, optando por no hacerlo, preferiríamos llevar a cabo. Las leyes nos fuerzan y protegen, respectivamente, de la posibilidad opuesta. No hay moral en las leyes que gobiernan la naturaleza, y es porque la coexistencia de fuerzas se basa en algo que en nuestro caso no tiene aplicación posible: ya pueden las energías en juego anularse, arrasarlo todo con su acción ciega. Da igual: la vida, a largo plazo, acaba ganando. Del choque o la destrucción acaba naciendo al menos tanto como lo que se aniquiló. El diseño de la tierra, entre el magma y las lluvias generadas por esas mismas nubes que acabarían enfriando la corteza, debió ser digno de verse. Si dios hace fotos, ya debe tener esta.

si te llamas diego, también tienes la foto, sí:
http://enmientropia.blogspot.com/2011/06/thunder-road.html

5 comentarios:

Diego dijo...

Bonito, sí señor.
Somos un conjunto de fuerzas en equilibrio. Todo esfuerzo en una dirección, ha de contrarrestarse en el otro de alguna manera. Neutros. Equilibrados. Y a veces, cargados y desequilibrados. No hay cosas buenas, si no hay malas con qué comparar. En eso se basa esto...

uliseos dijo...

cierto.
pon más ventanas en los despachos y la gente dejará de buscar el vidrio... ¿en que te sirven un gin tonic? no, algo falla en la ecuación :P

Diego dijo...

No más gintonics, de momento. Ahora vida sana y pastillas de gimnasio...jeje
Si pusieran más ventanas en ciertos edificios, la gente no esperaría a la hora de salir...se arrojarían en manadas...
Yo el primero...

uliseos dijo...

arquitectura de una sola altura -va a ser la próxima recomendación de la sociedad mundial de psiquiatría...

aunque también se arreglaría si se privatizaran los parques naturales y se pudiera edificar en ellos...
al caer, lo harías en la copa del árbol... que quedara :P

Diego dijo...

Igual es más fácil dejar las empresas de este tipo y así no hay motivos para tirarse por la ventana ;p