07 mayo 2011

Sucederte


Es 1991 y Detroit tiene un bicampeón de la nba en vez de una crisis industrial que veinte años después habrá vaciado su periferia y sus fábricas. Los Bulls de Michael Jordan son entonces, al tercer intento, el cataclismo que vacía el trono y les dispara hacia el primero de sus seis títulos en nueve años. Pero también esos Bulls son los de Phil Jackson. Isiah Thomas es el Bryant de aquel equipo. Rodman y Laimbeer se turnan el rol de Artest en los Lakers de 2011. En la final de ese año, los Bulls arrasan con lo que quedara del imperio que Magic Johnson erigió en Los Angeles durante una década. El equipo que dominará los noventa obliga, en apenas nueve partidos, a reconstruir dos equipos. Es un relevo natural: Jordan tiene solo 27 años en 1991. Pippen y Grant, 24. En Yugoslavia, Kukoc aún no ha cumplido los 20. Detroit tardará catorce años en volver a ganar un título. Los Lakers, once. Cuando esto ocurre, aquel Jackson de los Bulls está a punto de amasar cinco títulos más en los siguientes nueve años. En los últimos diez años, cada vez que un equipo campeón cede su puesto, lo hace ante otro que ocupará su puesto durante al menos un trienio. Los Lakers y los Spurs se turnan en el podio durante ocho de los nueve últimos años. Los Celtics ganan un título, pierden otro en el último minuto y caen, previsiblemente, en segunda ronda en el tercer y, eso sí, último año del ciclo actual. Estamos en 2011, Jackson es Jackson. Bryant es Thomas. Veinte años después, ambos están en el mismo equipo. Pero, por primera vez en una década, el campeón va a caer ante un equipo que no irá a ningún lado, ni este ni en los años venideros. Envejecidos, los Lakers se disponen a hincar la rodilla ante un equipo que lo es aún más. Y mientras el que cae lo hace ante sí mismo, en Miami el futuro, la sucesión real, cumple, a punto de llevarse a los Celtics por delante, rumbo a lo que podría ser lo que los Bulls hicieron durante una década. Jackson abdicará en unos días, rumbo ya al Hall of fame. Y Nash acaso llegue en unos meses para ayudar a Bryant a lograr con los Lakers lo impensable: convertirse por un año en… los Celtics de 2008.

Para Richie el celta.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Acertada comparación; hay algunas lógicas diferencias (nada puede ser idéntico), pero ciertamente las dos situaciones guardan bastante parecido ... aunque para mí, esta por ver si realmente se cumple la principal premisa de esa comparación: que estos Heat se conviertan en una version 2.0 de aquellos míticos Bulls, algo que yo ahora mismo pongo en duda. Es innegable el inmenso talento que acumulan Lebron y Wade, y que Spoelstra ha logrado finalmente instaurar un muy buen trabajo a nivel de equipo bien conjuntado en tareas defensivas ... pero yo sigo viendo muchas carencias en ese bloque (que quizá se puedan ir resolviendo en próximas temporadas), como la falta de esos jóvenes emergentes que puedan equipararse a los Pippen, Grant o Kukoc de aquellos Bulls, al margen de que yo no le veo a Lebron esa ambición y ese instinto asesino que caracterizaban al gran MJ. Por pura lógica, algún que otro anillo irá a parar a sus vitrinas (quizá el de esta temporada, sin ir mas lejos), pero yo ahora mismo no les veo instaurando una dinastía, máxime cuando se divisa en el horizonte alguna clara amenaza futura como prometen ser esos pujantes Thunder de Kevin Durant. Así que yo, mas que como opción de futuro, les veo como opción de presente: este año y el próximo deberían ser suyos en buena lógica, pero para entonces es muy posible que puedan surgir claras alternativas de poder, en función de donde den con sus huesos Dwight Howard y Chris Paul, al margen de la consolidación de Durant y sus OKC .

Respecto a los Celtics, este en realidad es el cuarto año del proyecto Big-Three, ya que también hay que recordar que en 2009 cayeron en semis ante Orlando, mermados decisivamente por la ausencia de Garnett. Este año aún hay talento y calidad de sobra para poder conseguir el anillo ... pero lo que no parece acompañar ya es el físico, máxime si además el destino se empeña en condenarles con mas lesiones, como la de Rondo ahora. Por ello veo casi imposible que puedan conseguir el título ... pero estoy seguro de que, como ya se vió en el tercer partido, Miami va a sufrir de lo lindo para dejarles en la cuneta, y que caeran con toda dignidad, al contrario de lo que han hecho los Lakers. Tan solo espero que no tarden otros 20 años (ni los 14 de aquellos Pistons ni los 11 de aquellos Lakers) en volver a estar en la élite, y que Rondo tenga la oportunidad de poder retirarse con mas de un anillo (oportunidad que ya parece que no tendrán Garnett, Pierce y Ray Allen ... sig, que injusto es el baloncesto a veces).

Richie