17 mayo 2011
probabilidad y burbuja
También la publicación de los salarios de los directivos son una violación consumada de cualquier forma de decencia, cuya reincidencia se explica en la inmunidad que ha de garantizarles el financiar anualmente con sueldos similares la política. Abalanzarse sobre una empleada de hotel cuando estás a punto de aspirar al trono de Francia es solo un grado de esa impunidad. Y lo que más asombra es preguntarse cuánto tiene que compensar disparate tal, las veces que semejante maniobra habrá salido bien para que uno apueste contra sí mismo con semejante y suicida ligereza.
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