28 diciembre 2008

Nuevo atentado terrorista

Cuando aún no se han apagado los efectos de la salvaje irrupción del terrorismo en la India, un nuevo atentado viene a sumarse a la infausta lista de muerte y destrucción: esta vez ha sido en el gueto palestino de Gaza, donde los fallecidos rondan los dos centenares y se cree que los heridos podrían ascender a 500.
Estos datos son provisionales, ya que los terroristas no han dado por concluida su agresión, con lo que estas cifras podrían quedar rápidamente superadas. Como la población vive cercada y sometida al aislamiento internacional, no hay medicinas en los hospitales ni alimentos suficientes para asistir a los damnificados, con lo que es fácil suponer que parte de los heridos morirán sin la asistencia necesaria.
El grupo terrorista ya ha sido identificado y se ha sabido que está formado por militares del ejército israelí y funcionarios gubernamentales de ideología extremista radical que se abastecen de armamento por medio del gobierno de E.E.U.U.
Lo insólito de la situación es que destacados miembros del gobierno del país han justificado la masacre terrorista que se ha cebado sobre una parte de su población con argumentos fuera de toda legalidad democrática y del respeto a los derechos humanos y al marco jurídico internacional.
De esta manera, parecería que este grupo terrorista -en una extraña connivencia con los sectores más radicales del régimen- ha decidido poner en práctica de manera terminante la SOLUCIÓN FINAL tan descaradamente formulada por distintos políticos e intelectuales sionistas: la expulsión de los palestinos de sus casas y de sus tierras, su sometimiento y reclusión en guetos y su exterminio controlado.
Mientras tanto, una vez más, la reacción internacional viene a recordar la postura de los gobiernos de Inglaterra y Francia ante la política criminal desarrollada por el gobierno del partido nacional socialista en la Alemania previa a la segunda guerra mundial.

14 diciembre 2008

la camorra vasca

Leí ayer la colaboración habitual de Muñoz Molina en el Babelia de El País como todos los sábados, tan bien construida, tan certera. A medida que avanzaba en su lectura pensaba todo el tiempo en la magnífica foto que la encabezaba. Pero solo al final, cuando va concluyendo, empecé a sobrecogerme con el desenlace que mostraba. No podía ser, me decía, no se puede llegar a tanto. Y entonces me fui a ver la edición de El Mundo del jueves 4 de diciembre. Y allí estaba la foto en la portada para comprobarlo. No es ningún bar del sur de Italia. Es el País Vasco, aquí, ahora. La mafia ha vuelto a matar. Sus compañeros de mesa rellenan el hueco, reparten las cartas y siguen como la cosa más normal. La mafia vuelve a imponer su silencio.

02 diciembre 2008

3. el canon contemporáneo

Hay un adjetivo que tanto sirve para vestir el marasmo económico como para desnudar el liderazgo fraudulento que tiene en bush su mejor/peor ejemplo: desproporcionado. Lo fue invadir Irak o no tener espejos suficientes a mano, y lo ha sido, catastróficamente, conceder créditos durante años a quienes no podían pagar ni la ropa que llevaban. Desproporcionado el agruparlos como cajas chinas financieras, desproporcionado el recibir por ellas las más altas calificaciones de solvencia, desproporcionado el sembrar de ellas los balances de la banca mundial. Y más concretamente en nuestro país, desproporcionado el llamarse banca especialmente, prudentemente bien gestionada, y tener aún así el 60% de las manzanas crediticias en un mismo cesto, hoy en caída libre.
La intangibilidad del sentido común sin complejos que basta a Obama para proponer su equipo de gobierno en el que hay republicanos o demócratas que pedían su cabeza hasta hace meses, sucede a la intangibilidad de la hidra política –armas inexistentes en Irak- y financiera –ratios de solvencia imaginada. Pero esto era, sigue siendo, una mentira arañada en la mina de la codicia y la estulticia política, y aquello, lo que Obama podría enseñar al mundo si se deja, es el valor de un tipo de regulación que, por necesidad urgente, empiece en los mercados, y se consolide donde más falta hace: en el uso de la inteligencia como valor suficiente que admita esa forma de regulación que es un juicio cercano, permanente, obligado. Bush jr no ha de ser el idiota que se da por hecho es, no a tiempo completo. Pero nada en el mundo, y menos en su entorno, le ha obligado durante ocho años a pensar que sus decisiones acerca del cambio climático, la seguridad más allá del misil, la sensatez de un modelo de consumo irracional o la relación entre el hambre ajena y la inmigración propia exigen una visión de las consecuencias más allá de la impunidad que da un cuatrienio en el mismo despacho.
El adjetivo fatídico extiende sus tentáculos, por inevitable asociación, también a lo que de Obama se espera. Pero, reciclando cierta terminología del efecto invernadero, su antecesor ha emitido desproporción durante demasiado tiempo para que a Obama le sea imposible dejar de captarla ya desde antes de acceder al cargo. No puede esperarse ética de los mercados, y nunca habrá mejor, más debilitada, ocasión para imponerla mediante normas más estrictas que obliguen a una mayor transparencia y catalogación de los activos. Y se cuentan con los dedos –asesinados- de una mano los momentos en que de una presidencia se ha llegado, tan desesperadamente, a pretender algo parecido a una sensatez y a partir de ella, voluntad de inspiración mundial, que se diría incompatible con el cargo. De ambas escribe Paul Krugman en The New York Times –en la transcripción de El País 9.11: la ideología conservadora, con su convicción de que la codicia siempre es buena, ha ayudado a crear esta crisis. Lo que dijo Franklin Delano Roosevelt en su segunda toma de posesión -"siempre hemos sabido que el interés egoísta e irresponsable era malo desde el punto de vista moral; ahora sabemos que es malo desde el punto de vista económico”. Y ahora que la palabra podría lograr dejar de ser, por fin, un activo contaminado, también político.

30 noviembre 2008

diga a su prótesis que deje de mirarme

la llamada de vocento anuncia el escándalo surgido entre asociaciones progresistas –y el decantado hasta el ministerio de sanidad que anuncia su lógica potestad ante una cirugía estética en menores de edad- a causa del anuncio hecho público por una discoteca de sortear 4.500 euros para implantes de pecho, o lo que por esa cifra se desee. Como creo que merece mejor explicación que la que por radio doy, aquí la dejo:

1. si el problema, la causa del escándalo, es la demanda, entonces –añadido el matiz legal que impone el ministerio de sanidad- ¿ha de ser acaso que se considera denigrante, opresivo o chantajeante para la libre expresión de lo femenino el implante mamario?. Si tal, sonaría a tildar de alienada a no escasa parte de la población femenina de Venezuela, Colombia y Argentina, donde es costumbre extendida. En la asunción de que casi nada es malo o bueno hasta que su uso no lo inclina hacia una de las dos opciones, uno cree que ponerse pechos nuevos no es, como principio corrector, menos prótesis –sólo más definitiva- que ponerse cada día una hora de gimnasio, dos de depilación, media de maquillaje o bicicleta, y si me apuran, incluso dos de lectura. Acaso, en la denuncia, se vea como oprobioso el deseo convertido en reclamo, y así, querer algo sea menos decente que ir donde lo venden o sortean. Uno sospecha que es aquí donde más pecado haya: en que pase ofrecerlo, pase buscarlo, pero que haya que pasar por una rifa es, quizá, inadmisible. De alguna forma que uno no entiende, su obtención estropearía en esa visión los valores que lo preceden y que deberían ser inmunes a ello, como si un jamón fuera peor en el sortearlo que en el escaparate.

2. pero si el problema es la oferta, entonces señálese al palo que sustenta el resto del árbol de las vejaciones, pues uno convive cada día con anuncios de todo orden que suponen un neón vejatorio para las luces o el sentido común: la política nacional es una oferta diaria escandalosa de arribismo, falsedad y el más egoísta de los escrúpulos impunes; el pozo séptico de lo financiero no requiere mucha explicación; la televisión y el periodismo impreso o voceado insultan la inteligencia con tanta perseverancia como exhibicionismo da la inmunidad. Y sí, es la estupidez, la sumisión de los tontos y los ignorantes lo que buscan y con saña sortean.
Inherente a lo humano y sin duda específicamente a lo español, la atención de la sociedad es perezosa, cuando no inepta, y distraerla, redirigirla hacia campos inanes, viene a ser un implante también, aberrante por lo que supone: apenas hace unos días publicaba El País noticia de cómo el 70% de los alcaldes procesados por corrupción son, pese a todo, reelegidos. Y más próximos al tema de lo femenino denigrado, ningún periódico más vehemente en la crítica a la dignidad de la mujer que el que publica todos los sábados un suplemento insultante de mediocridad e irrelevancia femenina bajo el concluyente título de “mujer hoy”. No mucho ha que cierto idiota estadounidense pusiera en su tienda el anuncio que animaba a participar en el adivinar cuándo sería Obama asesinado. Como sorteo de una posibilidad que inevitablemente se anima al tiempo que se enuncia, la diferencia es que Obama está perfectamente como está, y quien opta a un implante mamario, es obvio que no.

Objeciones previsibles: primero, se trata de menores, población especialmente sensible a la manipulación y los impulsos torticeros. Segundo, es denigrante identificar o promover lo femenino como algo dependiente de lo físico, como si nada más contara. Actitudes como esa son las que crean la presión social que convierte a la mujer en objeto.

Objeciones a las objeciones: Primero, la sociedad educa con los peores y más persistentes ejemplos posibles, a todas horas y en cualquier dirección posible que se mire. Escandalizarse con un sorteo que pone en las manos de un menor la posibilidad de hacer lo que cualquier adulto haría si no fuera por las molestias médicas, el coste o el qué dirán, es emplear los dedos de la mano en señalar la paja que crece justo donde termina la viga propia. Segundo, la presión social por ser más atractivo, por tener mejor físico es la misma que en la Grecia clásica privilegiaba el culto al cuerpo tanto como el estudio o la exposición a la poesía, la filosofía o el teatro que, por cierto, hoy no importa a nadie. Pensar que por operarse o ir al gimnasio uno haya de ser automáticamente estúpido es un simplismo no menos irredento que el que acuña indefensión ajena con el prejuicio propio como molde. A uno, eso de achacar a un dogma inducido lo que es sólo un parecer contrario al tuyo, le recuerda esa otra profesión fraudulenta que es hablar de soberanía nacionalista en nombre de la mayoría –generalmente inmensa- de quienes no te han votado. O esos pueblos del norte de españa, oprimidos y ninguneados en el escándalo de sus voceros como la nación de las mujeres a las que no les convencen sus pechos caídos o pequeños.

24 noviembre 2008

2. sabes lo que eres capaz de compadecer

Escribe Thomas L. Friedman en The New York Times –en la transcripción de El País 7.11- como razón nueva en el triunfo demócrata el voto de los republicanos que percibían lo inspirados y esperanzados que estaban sus hijos, y no sólo no querían frustrar sus esperanzas, sino que en secreto querían compartirlas. No suena menos bien -menos productivo- por sonar irreal, pero que alguien renuncie a su parecer para favorecer el del contrario se antoja frágil porque, como ocurre típicamente con las herencias, que uno deje lo que tiene a su hijo sin juzgar si lo merece es sólo un instinto, un espasmo antes que una razón sólidamente validada. Claro, lo que se es capaz de juzgar es lo que se merece tu hijo, no sus razones.
Así, que en secreto quieras compartir aquello ante lo que cedes suena a patetismo de la voluntad, a ese no entender por qué tu hijo quiere algo que tú no. Justo al lado, que “la inspiración y la esperanza” jueguen algo en lo que debería ser exposición y juicio de más serios argumentos, es clásica maniobra de tiempo electoral, y en ella juega ese universal que es votar sin más razonar interno que lo bien o mal que le vaya al votante. Verbigracia, que a joe el fontanero no terminen de irle bien las cosas dice del bien general lo mismo que un escarabajo de la literatura universal: apenas uno de sus frutos elevado a tesis general, a principio regulador del todo. O la perversión del “si soy como todos, el todo ha de explicarse en mí sin más problema”.
Es en esa versión del peso de lo individual que renunciar a “frustrar esperanzas” suena a impostura, aunque bienvenida sea, pues es sólo hacerlo en función de la energía que muestra tu vecino en opinar lo contrario –que sea tu hijo sólo añade chantaje al hecho. Pero es un hecho feliz el que el 18% de los habitantes de estados unidos (los menores de 29 años) hayan optado, en un 66% por Obama. Porque ese porcentaje –creciente por debajo al incorporar las más generosas natalidades en negros e hispanos- unido al natural descenso de la población más envejecida –mayoritariamente republicana- producirá en las elecciones de 2012 una base de población presumiblemente afín o sensible a procedimientos demócratas.
La cita de Friedman se inscribe en un artículo de explícito título –la guerra civil ha terminado- y bien puede verse en ello el principio del fin de la influencia de la generación que vivió la gran guerra, y aún así ha optado repetidamente por trincheras del más puro sinsentido político, y el comienzo de una mayoría realmente civil, donde compartir las mejores esperanzas no requiera haberlas perdido de vista durante décadas.

09 noviembre 2008

1. el triunfo del tiempo y el desengaño

Es arduo imaginar una relación de un presidente con sus actos tan clara en el despeñarse como concluirá en enero la de george bush jr. Previsiblemente humillado a partir de ese día por un sucesor sensato, o sólo capaz de inteligencia, en la estrategia de gestión del mundo, sería sin embargo ilusorio pensar en que el aprendizaje de esa decepción vaya a durar gran tiempo en la cabeza de nadie, como no ha estado tan lejos de demostrar la inconcebiblemente idiota elección de sarah palin como segunda en la línea de sucesión al trono de haber sido mc cain quien colectara suficiente número de débiles mentales como votado aval de que bush sólo sería así malo porque la economía no va tan bien como la guerra. Que esa no-lección sea perfectamente posible aún para la mitad de la población de ese país, mayoritaria en veintiuno de los 50 estados que forman Norteamérica, es desoladora, no importa la ventaja final que obtiene Obama. Que 56 millones de personas a los que no se prohibe acceder a Internet o apagar la televisión piensen a palin perfecta para el puesto alumbra las reservas de preinteligencia, dispuestas a hacerse con el poder en cuanto el natural desgaste del gobierno afecte a un presidente cuerdo, lo suficiente para que la palabra “cambio” sea de nuevo la ganga hueca que el más tonto tiene la desverguenza de enarbolar allí o en cualquier sitio del planeta sin que se le exijan más pruebas de ello que la demagogia al uso para simples u obtusos. Viene un expresidente –santo y saña de su partido- de predicar aquí contra quienes venden la farsa del cambio climático, y nada pasa, porque qué importa el derecho a ser idiota en público si al día siguiente el mundo es otro, y nadie está aquí para procesar, y menos guardar, razones que liguen lo que vienes de hacer/decir a lo que te espera mañana, para juzgarte o al menos pedirte responsabilidades.

06 noviembre 2008

27 octubre 2008

razones para no escribir

...La fortaleza de la democracia no necesitaba esa iniciativa de Garzón. La necesitaba esa suerte de capital simbólico que es atreverse a respaldar de frente la verdad histórica cuando está en riesgo de descrédito. Y el mejor modo, en 2008, es que Franco vaya haciendo compañía en los calabozos de la conciencia a su admirador confeso Pinochet, y por una vía directa. Es decir, a través de su imputación como responsable de insubordinación política y militar contra el poder surgido de las elecciones de febrero de 1936. Los insolventes éticos e historiográficos tendrán así algo más estranguladas las líneas de crédito.
Jordi Gracia, El País, 22/10/2008

23 octubre 2008

22 octubre 2008

a la espera de lo que opine Fraga

Numancia de la Sagra, cuyo multisecular topónimo, Azaña, fue abusivamente borrado del mapa en 1936. Cuando el arrasador avance franquista hacia Madrid alcanzó Azaña, el tuercebotas con galones al mando de los rifeños que ocuparon la aldehuela, apenas mil habitantes, imaginó que la denominación del lugar era un homenaje al entonces presidente de la República y, ni corto ni perezoso, reunió a un puñado de aterrorizados vecinos que habían logrado eludir el fusilamiento o huir a tiempo y nombró con ellos una comisión gestora para sustituir a los concejales electos, si es que alguno quedaba vivo. Pude consultar en su momento el acta de la primera sesión donde se dice: "La corporación, recogiendo el sentir del pueblo, acordó por unanimidad solicitar de su Excelencia el Jefe del Estado que, en lo sucesivo, tras los trámites pertinentes, la Villa lleve el nombre de Numancia de la Sagra, por el hecho trascendente de haber sido reconquistada por los gloriosos escuadrones del Regimiento de Numancia". La "gloria" de este regimiento no era, por ejemplo, haber tomado Gibraltar, sino el sistemático fusilamiento desde que pisó la Península, de cuanto labriego topó en su razzia, sospechoso de "rebelión militar".
En noviembre de 1990, en el solemne homenaje al presidente Azaña en Montauban, donde está enterrado, el entonces ministro de Felipe González, Jorge Semprún, dijo: "Tenemos la intención en el Ministerio de Cultura, con la ayuda del presidente del Gobierno autónomo de Castilla-La Mancha, de devolver, antes de fin de año, el nombre de Azaña a esta pequeña villa toledana, de donde es originaria, muy remotamente, la familia Azaña". Está impreso pero, al cabo de casi 18 años, la vida sigue igual. –José Fernández-Cormenzana, 18.10 en El País/cartas al director.

13 octubre 2008

Donde los cuchillos son espejos

Pues el título de su novela premiada –El mundo- vuelve demasiado obvio afirmar que vienen de concederle el Nacional de Narrativa a Millás por ese mundo tan suyo, puede mejor decirse que lo merece por su habilidad para advertir dónde terminan unos y empiezan otros. Uno cree que el famoso lugar desde el que se decide habla el narrador de una novela es, en el caso de Millás, uno eminentemente espacial, por su precisión se diría geográfico, desde el que su escritura cuenta cómo no hay ideas antagónicas que no tengan una frontera común, allí donde las cosas son una y su contrario. Se aprecia mejor en sus artículos en los periódicos porque en ellos no necesita personajes que encarnen esta u aquella paradoja. Se dirá que advertir similitudes no es necesariamente una virtud que produzca automáticamente buena literatura, pero quizá nunca como hoy sea tan útil, tan revelador ese cuchillo que, más que su corte, es el espejo que no deja de reflejar, y así volver a unir, lo que tanta estupidez alrededor dice ver separado o necesitadamente separable. No pocos de los cuentos de Cortázar podrían serlo de Millás, y al contrario también. Y en ese juego de posibles, sucede también que el premio le une al gran Muñoz Molina en haber recibido ese premio tantas veces inepto que es el planeta, y poco después el Nacional de Narrativa. El centauro valenciano sucede así al jinete polaco, aunque sólo sea –sin desmerecer la laudatio- para seguir arrastrando un poco más el muerto destino de una ambición literaria que sólo se mantiene sobre el caballo por inercia.

07 octubre 2008

Margarit hoy revelado premio

Vas llegando a la isla, ahora sabes
qué es el azar. Vivir, qué significa.
Tu arco será polvo en un estante.
Polvo será el telar y la pieza que teje.
Los pretendientes, que en el patio acampan,
son sombras de los sueños de Penélope.
Vas llegando a la isla mientras bate
el mar contra las rocas de la costa,
igual que el tiempo contra la Odisea.
Nadie tejió nunca tu ausencia. Nadie
vino tampoco a destejer tu olvido.
Por más que, a veces, la razón lo ignore,
Penélope es la sombra de tu sueño.
Vas llegando a la isla: las gaviotas
cubren la playa y no se moverán
cuando al pasar no dejes huella alguna,
pues tu no existes: eres la leyenda.
Quizá un lejano Ulises murió en Troya,
y quizá lo lloró alguna mujer,
pero en el sueño de un poeta ciego
continúas salvándote:
en la frente de Homero, riguroso,
eterno, cada vez que rompe el alba
un solitario Ulises desembarca.

'Ulises en aguas de Ítaca', del poemario 'Luz de lluvia'

the root pack

Aunque poco diga por estos lares cifrar en ello tan logradas raíces, diremos que Rufus y Martha Wainwright son hijos de Loudon Wainwright III y Kate Mc Garrigle, y que Teddy Thompson lo es de Robert y Linda Thompson. Con sorna consensuada, uno de los dueños de este blog llama a los primeros Rufus y Marta impronunciable. Algo ha de decir del cantar el aislar la voz y que aún así lo que suene sea un instrumento digno de tal nombre. Quizá para volver impronunciable el nombre de tanta música que es sólo mesa de mezclas.
http://es.youtube.com/watch?v=tFtDa6NBA9Q

03 octubre 2008

Minutos del día raro

La puerta se abre y uno renuncia a entrar en el lavabo, desocupado, de señoras. Pasa un rato y la que se abre finalmente es la de caballeros. De ella sale una señora rubia y grande. Nada dice probablemente esto del mundo, pero es raro como el vecino antiguo que al entrar en un ascensor te pregunta si estudiaste física, le dices que no, y entonces extrae del bolsillo un dibujito en una servilleta de papel, en él una bicicleta y una flecha que apunta hacia detrás. ¿Diría usted que, al pedalear hacia atrás, la bicicleta se desplaza? –pregunta. La mía no lo hace –respondo. Imposible, imposible. Porque usted está produciendo una energía, y la bicicleta ha de desplazarse hacia atrás. ¿La tiene usted ahí? –pregunta. Su hija de quince años se arrojó desde el octavo piso hace ya ¿veinte años?. Uno no lo recuerda en el ascensor, enfrentado por él a considerar que las energías crean retroceso sí o sí.

30 septiembre 2008

god&gun&gen

Uno pondera con admiración la obra de Ferlosio porque desdeña la portada de las cosas y se faja con lo que hay dentro, allá salten vísceras. Presentaba hoy nuevo libro y recoge la prensa el jugoso odiar a españa desde siempre. La tremebundez alertará mañana buena parte de la prensa, en cuarentena de la afrenta a tantos, y será, como cada día, porque a qué pararse a evaluar las razones que hay detrás de ese resumen –el odio, el desdén extremo hacia una idea, y más si es sacrosanta como es el patriotismo. Esgrime Ferlosio, en la nota de prensa, la pulsión por el deporte y la idea de patria que sangra en este país por todos los poros. A poco que uno espere de un libro algo más que eso, el ensayo ha de revelar un análisis más hondo del rechazo a lo español, y aunque no cabe esperar que su lectura aliente en los juicios el perfecto derecho de Ferlosio a considerar vive entre cuarenta millones de simples, a uno le agrada, por inusual, lo que se atreve a decir con la convicción de lo que no puede ser cierto sólo porque la portada de esa realidad es otra: obras públicas de envergadura, transportes punteros apuntando ya en todas direcciones, un poderosísimo sector bancario, eléctricas, petroleras, campeones olímpicos, museos y calles que guardan el esplendor de siglos remotos, millones de teléfonos móviles o de bares. Cómo odiar tan luchada prosperidad, tan ese nivel de vida y de saber vivirla. Ya en la calle, las portadas son otras estos días, pero es sólo porque a la mayoría del periodismo le conviene odiar al gobierno que no odia lo que ellos. Como demuestra estos días la razón fétida que hay tras la debacle financiera en bancos-portada de la economía mundial, el logro y mantenimiento de la prosperidad no exige, para ser lograda, más que la suficiente inercia y lo suficientemente extendida. Vive Ferlosio en un país logrado, desarrollado y en el que en casi todas partes te devuelven el dinero si el bien adquirido resulta defectuoso. ¿Se puede odiar algo así, bastando sentir la tan normalizada inquietud o escepticismo, todo lo más irritación? No poca prensa vomita cada día desapego y decepción para llenar las cubas más capaces. Se tilda a tantos de incompetentes, necios o malvados, se les odia, sus portadas lo cuentan. Aquí es tan normal odiar como mandar enfriarse eternamente en otro país al poeta que advierte que una de las dos españas ha de helarte el corazón. Por el contrario, uno cree que Ferlosio no odia, no en la medida en que se odia a éste o aquel, sino más bien que odia al país que produce, alienta, cuidadosamente preserva las prioridades culturales que la gente transporta por estos lares en la cabeza. Es un extremista –publicarán mañana no pocos- no discrimina en sus odios como nosotros, no apunta al bando de enfrente. Cuando le preguntan hoy por la portada de su libro, responde que le espanta, que obedece a la compra de Destino por Planeta. Y es justo eso: el supremo agarrotamiento de la inteligencia y sus posibilidades, vendido al mundo como se vende el amor propio, o el odio a admitirlo.

27 septiembre 2008

Un hombre, dos destinos

No todos los días muere Paul Newman, lo cual es una suerte y un consuelo, porque en esa decepción pactada con el cine que es salir de ver una película y tropezarte en un periódico con que el héroe que viste encarnado en una cara es, fuera de ese guión, un imbécil o un amoral, Newman era una excepción doble que no sólo deja a la regla peor preparada para seguir girando, también más indefensos a quienes asistimos a ella. Memoria de ese anuncio que Newman publicó, décadas después, al advertir la emisión de “El cáliz plateado” en televisión, y en el que pedía perdón en nombre de la película, que uno supone desde entonces tan mala como respetables el resto de las que rodó. Hay una escena maravillosa en Road to perdition, de Sam Mendes, en el que las balas que van acabando uno por uno con quienes le rodean permiten, ralentizado el tiempo de filmación, ver la cara cabizbaja de Newman bajo la lluvia. Es esa comprensión valiente y dignísima de lo inevitable la que ya nos falta.

23 septiembre 2008

razones para no escribir

"Podría decirse que, a partir de cierta edad, todos vivimos más o menos así, en una pausa dramática que se dilata a fin de evitar la desgracia total. Y de esa pausa surge el personaje que somos, sin apenas relumbre literario, más bien mediocre. La derrota de los afectos, la ruina del mundo compartido, no nos convierte en protagonistas de nuestra historia, y, al colocarnos en el lugar de la decepción, el vacío ocupado genera una enfermedad incurable."
Francisco Solano en Babelia (20.09.2008) a propósito de "Un día perfecto" de Melania G. Mazzucco

trincheras de lo recíproco

john grisham, que en una entrevista en El País 14.9, dice coleccionar relojes de pulsera y primeras ediciones de Faulkner, de quien recuerda cómo, al afrontarlo, lo normal era no pasar de la página 10. Faulkner habría, quizá, logrado leer menos páginas aún de Grisham. Y en esa justicia de fondo de armario que no atañe más que a quien lee tras escribir, hay en ese instante más sentido que lo que las masas, que ignoran la escritura, puedan decir con su opinión de la lectura.

22 septiembre 2008

los balcones y tirso, que se ahorca

Los balcones de Madrid, de Tirso, en el Teatro de cámara Chéjov, con esa Raquel Peláez en el papel principal de Elisa, a la que habría que decir eso tan del sector en Inglaterra como es “rómpete una pierna”, o mejor “deja, ya te ayudo”.

11 septiembre 2008

Hartazgo de la pescadilla

A todos los que durante años habéis soportado ver morderme las uñas primero y poco después la piel que la rodea, os escribo para comunicaros la resolución finalmente tomada, pues hace ya una semana empecé a comerme de una vez y para siempre. No es fácil, acostumbrado como estaba a que lo mordido tuviera siempre un sabor conocido, y no sé qué va a ocurrir con este diario cuando mis brazos sean devorados, pero pienso en todo el tiempo que ahorro, todo lo que podré hacer una vez que todo esto haya acabado, y me conforta.