11 septiembre 2008

Hartazgo de la pescadilla

A todos los que durante años habéis soportado ver morderme las uñas primero y poco después la piel que la rodea, os escribo para comunicaros la resolución finalmente tomada, pues hace ya una semana empecé a comerme de una vez y para siempre. No es fácil, acostumbrado como estaba a que lo mordido tuviera siempre un sabor conocido, y no sé qué va a ocurrir con este diario cuando mis brazos sean devorados, pero pienso en todo el tiempo que ahorro, todo lo que podré hacer una vez que todo esto haya acabado, y me conforta.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

vuelve, payo boli!

Anónimo dijo...

Hay otras soluciones... práctica la elasticidad hasta llegar a las de los pies... Y si acaso, una vez en forma, comienza a comerte de abajo hacia arriba, que ya supongo que al llegar al final de las piernas dejarás de gustarte...