15 diciembre 2010
reason of the year
23 años después de que Oliver Stone acuñará esa máxima que redondeó lo que el neoliberalismo había empezado a hacer en los ochenta bajo Reagan -si quieres un amigo cómprate un perro-, los ordenadores caben, enteros, en el móvil que empleara aquel Gordon Gekko. Y aún sobra espacio para, habiéndose gestado la revolución social junto a la secuela permanente de Gekko/Lehman Brothers, hacer sitio a ambas –la que permite tener amigos por escrito a todas horas, y la que sigue tratando al mundo –léase los derechos económicos de sus ciudadanos- como si fueran perros. Quizá por ello, aunque el elegido para representar esta época es el fundador de Facebook, el que ya está rediseñando las tripas de todo aparato de comunicación es el perro al que enviaron a por la prensa, y ha vuelto con la descripción de un mundo que no todos quieren leer. Otra cosa es pensar en qué ocurriría si quienes dedican tanta atención a escoger y nutrir de información a sus amigos, emplearan un minuto en sopesar el boicot de facebook a Wikileaks. Y en qué clase de amigos crea eso para Zuckerberg, el amigo de 500 millones de amigos.
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