16 diciembre 2010

blanca legaña


Un faro también es la metáfora de un poder que los griegos volcaron en el cíclope. Por eso, blanca su ceguera como quizá la lana de las ovejas que sirvieron a Ulises para escapar de la cueva en que aquel los apresara, la congelación de éste habla, durante la noche, del mar como otra gruta, donde la tierra no existe. Y como supieran acaso el cíclope y Ulises, donde, sin el ojo de quien te observa, tampoco tú existirías.

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