01 marzo 2006

Las manifestaciones en San Borondón

Son seis metros cuadrados. Hay que quitar casi un metro que ocupa el abedul y los viejos tocones de otros dos. Hay que evitar también la punta oeste, ya que existe la posibilidad de hundirse definitivamente en el río por falta de resistencia en el suelo. Total, cuatro metros cuadrado hábiles. Según los cálculos de lor organismos autorizados habrían cabido hasta 16 manifestantes. Según los organizadores de estos saraos de dudoso sentido habríamos llegado hasta 80 (¡qué barbaridad!) Pero no hubo nadie. Durante aquella tarde sólo se oyó el correr del agua del río, y un silencio poderoso que rendía homenaje sincero a las víctimas reales, a esas que perdieron la vida sin nada que negociar, pero que tanto les hubiese gustado hacerlo, seguro...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

el hombre es una isla para el hombre. -que diría dan brown.

PGR dijo...

Conozco a alguno de los Ulises, de mente brillante y pluma propensa al vuelapluma. Reconozco que, últimamente, es la belleza poética, redonda y reposada de San Borondón la que me anima a acudir a estas páginas a menudo.
Bello texto, Ulises desconocido. Tu isla es sólo una isla. Lo que la hace única, como diría Exuperie, es el tiempo que le has dedicado.