05 abril 2015

pirámide vacacional


Al volver de un viaje todo me importa menos, especialmente el todo que hay repartido en casa: papeles que guardo para leer cuando pueda o libros que compré cuyo tema espera aún su tiempo por venir, objetos que significaron algo, ropa que no uso, metros de casa en que no entro. También se tienen los días que se pasan fuera, asi que no es lo que tienes contra lo que vives. Y más probablemente ha de ser esa otra ficción: lo que necesitas contra lo que guardas para cuando te haga falta. Pero bastan unos días inmerso entre esos papeles que ahora miro como a invitados extraños para que, a la inversa, sean los días alejados los que se antojen desconocidos. No hay empate porque en la montaña uno no puede permitirse decir “me sobra casi todo lo que llevo”. Si los egipcios de la antigüedad lo hubieran entendido correctamente, las pirámides estarían construidas justo al revés.

No hay comentarios: