La resurrección del personaje de Spock en manos de Nimoy,
operada al ser relanzada la serie en cine hace unos años, trajo un reproche desde
fuera –cuán el amor que siente el personaje por otra de las tripulantes de la
nave no cuadra con su ser más profundo- muy parecido al que, desde dentro de las
propias películas, soporta su encarnación actual –Zachary Quinto: la duda
constante sobre su capacidad de verse emocionalmente comprometido y actuar en
consonancia. Que un formato que lleva vivo cinco décadas engarzado al lema “donde
ningún hombre ha llegado antes” embarque la capacidad simultánea de obrar bien
y la obligación de refutar la sospecha constante sobre tu capacidad de sentir
es una aportación al amor entendido como ciencia ficción. Muere el 27 de
febrero. 13 días tarde.
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