31 enero 2015

real teatro


Trece años después de que Simon Rattle llevara a Berlín –que es decir, al público de la Filarmónica de Abbado en esos días- una magnifica versión para concierto de Wonderful town, el músical de Bernstein, Comden y Green, con Audra McDonald de rutilante estrella, es ésta la que se asoma al Teatro Real a devolver el favor, que es sacar al teatro musical del cajón bobo en que lo guardan los formatos que reinan en la Gran Vía, y llevarlo a un lugar en el que competir con dignidad con los ecos que guarda un teatro de ópera. Sumado el que el repertorio escogido esquiva los grandes éxitos para centrarse en obras que aquí ni se han visto ni se verán, y que el día antes vienen de estrenarse en cine sendas versiones -Into the Woods- o reversiones –Annie-, pestañeas y Madrid deja de ser, por un instante fulgurante, la casa orgullosa y enquistada de los herederos de Lina Morgan. 

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