21 febrero 2011
3 días en la vida de la audiencia
El primer obstáculo insalvable en el conflicto entre Fernando González Urbaneja y paolo vasile es el del sector del que ambos dicen hablar, que para el primero es el periodismo, y para el segundo, la industria del entretenimiento. Y así, tan extraño se hace oír hablar al presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid de la cualificación periodística de telecinco, como a su presidente de la función social de la revista de variedades televisiva que regenta. Y acaso la mejor forma de expresar lo que telecinco hace por el periodismo sería ubicarla en el sector fiscal que le corresponde, y que ninguna inteligencia mediana ubicaría en el mismo que ocupan El País, La Vanguardia o la cadena Ser. Renunciado a ese blindaje, se expone Urbaneja a ser respondido en los términos exactos en que vasile habla de periodismo: su audiencia. Y, franqueada la traición al sentido común que es reducir el logro de un medio a quien lo observa, tendrá razón, por supuesto. Aunque una cosa sea la pluralidad y otra el valor de lo que ésta cuenta en cada caso. Stalin, Mao, Hitler son parte fundamental de la pluralidad ideológica que alumbró el siglo XX. Y parte no escasa de su explicación moral se basa en que éste último saliese de ese formato de la audiencia que son las urnas. Suena a guerra entre formas de entender el periodismo, y no lo son. Pero sí trincheras desde las que luchar por una forma de sociedad. Que más escuece cuanto más se advierte quién gana.
(http://www.elpais.com/articulo/Pantallas/Urbaneja/Vasile/enzarzan/elpepirtv/20110217elpepirtv_4/Tes)
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