Los seguidores del presidente Mahmud Ahmadineyad, agrupados bajo el curioso nombre de Agradable Aroma del Deber, optaron por colocar en su publicidad sendos retratos del líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, y del propio Ahmadineyad. De igual modo, el ex negociador nuclear Alí Lariyaní, que encabezaba la lista en Qom del Frente Unido de los Fundamentalistas, optó por mostrarse en compañía del jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, con quien intentó sin éxito lograr una salida al contencioso atómico. La Alianza Reformista utilizó la imagen del ex presidente Mohamed Jatamí.
El Agradable Aroma del Deber es el mejor ejemplo de la inexistencia de partidos. Hasta las municipales de diciembre de 2006, el grupo ni siquiera tenía un nombre. Se les conocía como los Amigos de Ahmadineyad. Pero incluso con nombre y símbolo, los grupos o tendencias son flexibles y apoyan a los candidatos que se identifican mejor con sus intereses en cada momento. Así, un mismo político puede aparecer en varias listas si consigue el apoyo de quienes las elaboran. Se trata sobre todo de una guía para los votantes, que deben escribir a mano en las papeletas los nombres de su elección. –ayer, en El País.
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