Hace un par de años, una amiga y yo acordamos
escribir cada año nuestro obituario respectivo, a fin de evaluar, al paso del
tiempo, lo que deja de importarnos, lo que sigue haciéndolo, lo que aparece
para reclamar un papel antes no sabido. Como un ejemplo más, el 12 de noviembre
El País publicaba dos esquelas, en una, se recordaba a un hombre como “esposo y padre ejemplar”; en otra, se
honraba a una mujer como “testigo de la proclamación
de la república, el 14 de abril de 1931, en la Puerta del Sol, mantuvo sus
ideas hasta el final”.
5 comentarios:
Lo sigues haciendo?...¿consigues evaluar, descartar, priorizar y recomponer fácilmente?,¿en tu vida hay más altas que bajas?...danos pistas.
Lo sigues haciendo?...¿consigues evaluar, descartar, priorizar y recomponer fácilmente?,¿en tu vida hay más altas que bajas?...danos pistas.
Bueno, lo que cuenta el texto es el intento de que sea el tiempo el que te permita saberlo. Lo de las altas y bajas no lo pillo. Uno liga lo que puede, a veces son altas, a veces bajas. ¿Es eso?
Bueno, según dices te obligas a intentar saberlo cada año.
No, no era eso...ligón.
"a fin de evaluar, al paso del tiempo, lo que deja de importarnos, lo que sigue haciéndolo, lo que aparece para reclamar un papel antes no sabido"
Eso: al paso del tiempo. Ya me gustaría saberlo cada sábado.
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