05 agosto 2010

http://habervenido.blogspot.com/

mañana-tailandia-septiembre.

hipotecas crecientes

Un informe de la Agencia Tributaria responsabiliza a félix millet, ex presidente del Palau de la Música, de actuar como comisionista entre empresas adjudicatarias de obra pública en cataluña y convergencia democrática (cdc), citando a ferrovial, la segunda constructora de España, como responsable de un pago de 5,9 millones de euros para hacerse con obras de administraciones gobernadas por ciu entre 2001 y 2008.
Creo que fue Maragall el que hace años provocó no poco escándalo –contado por ciu como insulto en grado de ofensa a la honradez de un partido que, quizá por venir de la costumbre de tener en pujol al Honorable, consideraba en propiedad el adjetivo- al decir en el parlamento catalán que “el problema de ciu se llama 4%”. Felizmente, uno recuerda sólo vagamente la vindicación del deshonor improbado que artur mas devolviera con la misma, clásicamente mezcla política de impunidad y llamada al cómplot, con que hoy declara no haber ninguna prueba que demuestre que su partido recibió dinero de ferrovial a través del Palau de la Música.
Y la prueba, según mas, es que quien afirma eso –millet- no es fiable porque nadie que delinque –como prueba la condena a sus gestores- puede ser tomado en serio cuando habla de a quién o de quién obtuvo el dinero ilegalmente cobrado. Traducido: que de las dos partes necesarias para la financiación ilegal de un partido o un individuo –el que pone el dinero y el que lo recibe- una de ellas no puede ser creíble al hablar de la otra. O dicho de otro modo: que todo culpable está, por serlo, incapacitado para revelar junto a quién lo es. Como la prueba de inocencia que necesitara Orgón, en el Tartufo de Moliere, es justo la negación de la evidencia que se le presenta.

04 agosto 2010

asombro visible


Un telescopio que captara una imagen de la otra vida prometida por las religiones no conllevaría mucho más asombro que el que hubieran experimentado egipcios o aztecas de haber podido contemplar ese otro hecho, tan próximo a la idea de revelación divina, que es poder observar lo inobservable sin ser destruidos o cegados por ello. Aunque saberlo incluya saber que más que un indulto es una postergación del castigo lo que se nos da, puesto que el sol, en consumir su energía, gasta también el tiempo de vida que le queda a nuestro planeta. El dios que las civilizaciones antiguas hicieron del sol sin saber que la metáfora escondía una verdad incandescente brilla, a ojos de los telescopios y la ciencia que los escruta, con una luz doble: la que para aztecas veía al sol como un dios que se ha sacrificado, y la que en los mitos maya y nahua era visión de los hombres permanentemente probada por los dioses, y cómo el destino fatal de unos y otros, seres vivos y sol, estaba ligada: si fallaban unos, morirían ambos. Mito es en griego “relato” y así, el origen de la vida, volcado en algo que empieza y acaba, arde en un círculo no muy distinto en Anaxágoras o Hubble.

03 agosto 2010

saldos

Pasa por Harold Bloom que le incluye en su libro y por José Carlos Mainer, que lo reseña en El País 31.7: la cita de Thomas Carlyle –“una cultura se convierte en cultura literaria, para bien o para mal, cuando la religión, la filosofía o la ciencia aceleran el prolongado proceso de pérdida de autoridad”. Obvio que lo que no tenemos es una cultura literaria, filosófica o científica, felizmente en retroceso la religión, nos queda el prolongado proceso de pérdida de autoridad. Para quien la quiera.

02 agosto 2010

Compasión del parámetro

Historia de Rayito, número 93, de 535 kilos de peso y pelo negro, contada por antonio lorca, hoy en El País: “… fue un toro de gran nobleza, fijeza y recorrido por el lado derecho, y acudió con codicia al capote y obediencia ciega a la muleta de Tendero. Rayito bajó su diapasón por la izquierda y, sobre todo, -lo más grave y trascendental-, es que no fue picado. Mejor dicho, acudió dos veces y no le hicieron sangre ni para un análisis clínico. En suma, un toro de buenas condiciones que no debió superar el examen final porque suspendió la materia más importante. Pero, bueno, después de tantos disgustos, bien está que esta afición, tan minoritaria como ejemplar en su encendida y solitaria defensa de las corridas contra viento y marea, tenga una alegría en el corazón. No obstante, estos aficionados saben en lo más hondo de su alma que una plaza de primera categoría como es Barcelona debe exigir unos parámetros más serios.”

31 julio 2010

puntilla, 2

Opone El País ayer sendos artículos de Jesús Mosterín y antonio lorca para ilustrar las posturas que enfrentan la prohibición y defensa de las corridas de toros. “Toda Europa había sido un hervidero de supersticiones y crueldades; de censuras, quemas de herejes y represiones, y de torturas públicas de animales humanos y no humanos, incluidos el lanzamiento de gatos desde las torres de las iglesias, las peleas de perros y de gallos y de perros contra osos, y los encierros, acuchillamientos y corridas de toros. Frente a tanta sordidez y violencia, la Ilustración trajo a Europa la apertura de las mentes y la suavización de las costumbres. Las tradiciones más sanguinarias fueron abolidas en casi todas partes. Sin embargo, en España apenas hubo Ilustración y Fernando VII cortó de cuajo sus débiles brotes, restaurando la Inquisición y la tauromaquia, entre otros horrores. España se convirtió en una excepción y anomalía, la famosa España negra, caricaturizada por Goya, una anacrónica bolsa de crueldad y cutrerío alejada de cualquier ciencia y compasión.”-escribe Mosterín, transparente.
Lorca empieza diciendo que los que claman contra los toros, lo hacen contra “la fiesta”, quizá porque anteponiendo la diversión a la crueldad, o la tradición al juicio lógico sobre su contenido, se evita pensar ante el salvavidas de saber. Sigue lorca: La ley promulgada por el parlamento –que no menciona una sola vez- no es tal, sino “el triunfo sólo soñado, cuando sus promotores se dedicaban a recoger firmas para dar simple testimonio de su oposición”. Lo logrado no es, por cierto, la ley sino “su quimera”. Para ponderar el derecho de que a alguien no le agrade ver maltratar y dar muerte cruel a un animal, escribe que si gonzález, aznar o zapatero nunca han sido vistos en una plaza, es debido al “secular complejo de los políticos”. Algunos de los antitaurinos son “exaltados”. No como quienes, en la plaza, corean con admiración el sangrado y ejecución por tramos del toro. Signifique lo que signifique, “la mayoría de los gobiernos autonómicos se limitan a permitir la existencia de la fiesta, sin mover un dedo por su pureza”.
Quizá porque ya lo escribió ayer ampliamente savater, y marías a menudo, se deja lorca en el tintero el argumento clásico de que quien no quiera ir a los toros, no vaya, y punto. Como si el problema fuera que a quienes torturan y asesinan es a los antitaurinos, y no al toro. Tan similar al capote con el que algunos fumadores apestan su defensa diciendo que el derecho a fumar en todas partes es simplemente el de los no fumadores de no hacerlo, y allá la pestilencia o el cáncer de quienes, no fumando, exhalan por doquier –en la calle o en un bar- el humo ajeno. En fin, madrid está felizmente a salvo. Aquí las corridas, como la iglesia, el tabaquismo o el endeudamiento municipal, son un bien de interés cultural.

30 julio 2010

rediccionarado

Noticia en El País hoy del avance del protestantismo en América Latina, y a su sombra, acepción transparente del proceso de momificación de lo católico: que haya dado nombre a ese adverbio –católicamente- que define lo que no se tiene más narices que hacer, de lo que no hay escapatoria.

29 julio 2010

Claro que vienen a matarte

El debate sobre si es admisible prohibir los toros es el de entender la ley que los ampare o conculque, bien como acto de voluntad política o bien como consecuencia de la voluntad popular. Como buena parte de la población no sabría llenar dos folios razonando porqué deposita una papeleta y no otra en la urna cada cuatro años, y pues nadie ha leído jamás un programa político, se asume que el apoyo que reciben los elegidos para representar a su partido –raramente a sus ciudadanos- en el parlamento lo es para que, una vez electos, o bien inventen su andadura por la legislatura como dios les dé a entender, o bien lo hagan tratando de intuir qué pueda querer la ciudadanía al respecto de cada tema, en este caso, si desea o no ver prohibidos los toros.
Obvio que las prioridades de ambos son distintas, desde la propia política y desde los medios que juegan a vocearla se juzga lógicamente por igual los actos regidos por el principio primero –el partido al que se pertenece como prioridad- y los que realmente buscan dar solución a una inquietud social. Así, el estatuto catalán, con ser una propuesta apoyada por ese parlamento y por buena parte de sus ciudadanos es, juzgada desde madrid, como lo que es: una medida política tanto como ciudadana. Pero si ese mismo parlamento promulga una ley contra los toros, entonces la interpretación es que tal despropósito ha de ser estrictamente político, aunque la mayoría de sus ciudadanos apoyen la prohibición.
Obvio también que a políticos y medios-basura lo que la población quiera les importa en la medida en que coincida con lo que a su consejos de administración conviene, aflora el elemento clave en esto: irrelevante como sea lo que rajoy o cualquier otro opinen de política, lo que se esgrime es que las mayorías son interpretables. Que al igual que un político es elegido sin la más mínima instrucción popular sobre cómo comportarse y en nombre de que prioridades, sus actos pueden, dada la ocasión, no sólo improvisar su dictamen sobre un asunto, sino también imponerse sobre la voluntad popularmente expresada.
Las normas que rigen en el parlamento catalán son las mismas que en el resto de comunidades autónomas desde las que hoy se clama contra la vulneración de libertades elementales, y la población catalana mayoritariamente a favor de la prohibición de las corridas de toros no es distinta, en cuanto al valor de su voto, de las que forman el resto del país. Asi que lo que se denuncia, acaso por lo inusual de la propuesta, es el derecho a que la política de un lugar aplique lo que sus ciudadanos piden. Acaso para no sentar precedente.
Escribe tristemente savater hoy en El País que a qué escandalizarse si la moral trata de nosotros y no de nuestras relaciones con el resto de las cosas vivas –“naturaleza” es la barrera citada-, que no existen derechos animales, que considerarlos posibles no constituye ninguna obligación cívica. Es cultura –se lee desde todas partes. Pero eso no la redime, la cultura no es garantía contra la crueldad –responde Josep Ramoneda, en el mismo diario. Aceptado el derecho de los agraviados a no ver la sangre y la tortura derramada, que una ley lo prohíba les ha de parecer una golosina de la voluntad, sea política o popular. Acogotados, acorralados, viendo su final venir, les duele el día que, por primera vez, se sienten toros.

28 julio 2010

Viajar por otros


Uno tuvo un tío que viajaba mucho, su alegría y su cariño un ventilador perenne cuyos efectos te despeinaban por fuera mientras revolvían y aleteaban dentro una forma de ser que bien podría adquirirse en aquellos sitios de los que siempre parecía estar viniendo. Al enfermar mi tía, él se recluyó con ella y lentamente fue muriendo de tanto no irse, de tanto no volver. Como una embarcación comida por la herrumbre, antes desapareció lo que sirviera para desplazarse –él- que la tierra a la que vivió, y murió anclado –mi tía, dulce y buena como pan que te mirara comerlo. Acaso quienes no pueden ya moverse se parecen como piedras al viento de la erosión lenta, y acaso quien hoy se llega hasta donde guarda sus días detenidos el hombre de la imagen para moverle por dentro durante unas horas, es en ese instante la tierra a la que llegar, el sentido del viajero, de quien llega y vuelve para que le esperen.

01 julio 2010

Do the right thing

Acerca de la relación que une la práctica exigente de una actividad con sus requisitos, cuidados y el minucioso balance de lo que te permite seguir desarrollándola, y en memoria de tanto cantante de ópera, astronauta, cirujano o director de orquesta, Rudy Gay –segunda mejor marca de la historia en 100 metros y acostumbrado a alimentarse en restaurantes de comida rápida-, hoy en El País: “voy a ir a ver a un nutricionista un día de estos”.

29 junio 2010

hacia dónde no vamos

Si los filósofos, historiadores, matemáticos y dramaturgos griegos hubieran sabido que su vida transcurriría hacia atrás, no añadiendo días a sus vidas, sino restándolos en dirección a ese dios cero con el que iba a inaugurarse el computo hacia delante.

28 junio 2010

De mayormente

Los cinco objetivos de la Unión Europea para 2020: en materia de empleo, un 75% de ocupación para hombres y mujeres de 20 a 64 años; en innovación un 3% del PIB en investigación y desarrollo; en cambio climático un 20% de reducción de gases de efecto invernadero, e idénticos porcentajes en crecimiento de energías renovables y ahorro energético; en educación menos del 10% de abandono escolar y al menos el 40% de personas entre 30 y 34 años que finalice estudios superiores; en lucha contra la pobreza 20 millones de personas menos con riesgo de exclusión.
Como quien, de su hijo de 6 años que empuña una pistola de juguete, va diciendo que será el nuevo Gandhi.

Claridad y lunares

Dice C. que a estos textos les da poco el sol y a ella demasiado. Pero es ella quien tiene los lunares y el blanco de la piel, mientras la oscuridad se queda, escrita, aquí. Quién lo entiende.

23 junio 2010

de madrid al teatro

http://www.elpais.com/articulo/cultura/Centro/Dramatico/Nacional/agudiza/ingenio/afrontar/crisis/elpepucul/20100622elpepucul_7/Tes

La ceguera contra el ensayo

Cinco escritores sustentan la narración con la que el catolicismo se adueñó del mundo a la salida de la edad media. Cuatro de ellos cuentan, con escasos matices, la misma historia –Mateo, Marcos, Lucas, Pablo- completada por el quinto –Juan- con un epílogo moralizante que se lee como un anuncio del Apocalipsis tanto como el oráculo minucioso de lo que la inquisición iba a practicar siglos después. Por eso, como si de un ajuste de cuentas entre escritores, o sus editores, se lee en El País el extractado del artículo publicado por l´observatore romano a la muerte de Saramago, denuncia del allanamiento de territorio mítico que un dueño del mundo hiciera a otro que se hubiera permitido la injerencia en sus dominios inventados, como hubiera sonado si Hemingway hubiera ubicado sus personajes en Yoknapatawpha, Rulfo en Santa María, o Landero en Celama, propiedad respectiva de Faulkner, Onetti y Mateo-Díez.

Antes de ser ruin a fuerza de clásicamente obtusa, la nota es el relato de un encuentro imposible, pues si un escritor se escribe a sí mismo en el personaje, una iglesia pone al personaje a hablar por la boca concreta de sus portavoces. Uno es la materia prima de su invención, el otro, la encarnación pirandelliana del dramaturgo. Aunque, obviamente, esconde el error nuestro de cada día –quien es, según la única lógica aprehendible, dios de su dios, hombre creador del demiurgo en quien creer, blinda su postura invirtiendo el proceso, y así, el escritor se declara infalible al declararse personaje.

Ofende especialmente la afrenta escupida a la ceguera moral de Saramago, como un espejo roto que reprochara a quien se mira en él su aspecto fragmentado. Ese “se declaraba insomne por las cruzadas, o por la inquisición, olvidando el recuerdo de los 'gulag', de las purgas, de los genocidios, de los 'samizdat' (panfletos de la Rusia soviética) culturales y religiosos", tan esa atrocidad frecuente del ofendido: que lo que se le achaca se anule con sólo oponerle la lista de crímenes cometidos por otros, en otro tiempo. Como un juego de suma cero que, a igualdad de muertos, consagre la inocencia de todos los bandos.

En malas novelas, ensayos inanes, poemas vacíos, un escritor comete sus crímenes sobre una hoja, dejándolos ahí, a la vista de todos, para siempre. Sus personajes son siempre inocentes porque un escritor no lo es. Unos y otros –creados y creador- pueden llevar vidas separadas sin que las andanzas de unos y las de otros puedan pedirse cuentas. Un escritor puede escribir evangelios sin ser apóstol de nada. Por eso lo que honra a Saramago ofende la mirada sobre iglesias como la católica: pues mientras ésta denigra hasta la farsa con sus actos las líneas que ella misma se dio a leer, aquel aceptó la más valiente carga imaginable –que sus parábolas no mientan en su representación fuera de las páginas lo que en ellas se vanagloria en defender. Por ejemplo, que un escritor que clama contra quienes trafican con la poca justicia que nos queda no sea, en su tiempo libre, un canalla, un hombre injusto. Gana el más vendido –se entendería mejor si lo expresaran así.

22 junio 2010

Pais de deux

Gran parte de la danza que ha llegado a Madrid al Festival de Otoño en los últimos tres años –mayoritariamente belga- (Lo son Jan Lauwers&NeedCompany, Les ballets C de la B, 32, Rue Vandenbranden o Sidi Larbi Cherkaoui) funde los pasos del baile y los caminos del teatro, y quizá en ese traer a una narrativa oculta los medios explícitos de la otra, crea un relato más interrumpido aunque más claro, o al menos dotado de un sentido más nítidamente transportable. Como la infección de la autoayuda en la literatura, del videojuego en el cine, de éste en la ópera, o de la mera tecnología de reproducción en tanta música contemporánea, un medio se apoya en otro, aquí para mejorar ambos. Uno mira a Belgica estos días pugnar por encajar en ese nombre el rumbo a que aspira Flandes, con y sin Valonia, Bruselas y la región germanófona, y casi lo entiende.

21 junio 2010

Mikan ya no está sólo

Ocho segundos es el tiempo que Bryant sostiene el trofeo Maurice Podoloff que le acredita como recién campeón de la nba, y a los cinco de haberlo recibido ya ha buscado al segundo hombre al que entregárselo, no a cualquiera de los que están a ambos lados, señala hacia atrás, lo eleva para que sólo él lo reciba. Es un gesto de jerarquía que antepone ese jugador al capitán Fisher, que les salvara en el segundo partido. Es Gasol quien levanta el trofeo desde la segunda línea. Es Jabbar recibiéndolo de Magic, veinte años atrás, entre esos otros Artest, Fisher, Odom –Cooper, Scott, el gran Worthy. Pero sobre todo es, por fin, el único relevo que en los Lakers seguía esperando –el de George Mikan, para el que no servía ni Chamberlain en los setenta ni Jabbar en los ochenta. La prodigiosa trayectoria de Gasol es así hacia el futuro y hacia el pasado.

19 junio 2010

Lo mejor que no tenemos


En ¿1997? yo trabajaba en una agencia de las varias que fueron invitadas a participar en un concurso para la adjudicación de una campaña de publicidad que diese a conocer la Exposición Universal a celebrar en Lisboa, en 1998. Y a uno se le ocurrió como prescriptor a Saramago, que ya entonces vivía en Lanzarote y que, en eso, sonaba a solvente anunciante de su país entre nosotros, desde el conocimiento, acaso el amor, de ambos. Ya en los últimos días previos a la presentación, cuando según qué información sólo podía servir a esas alturas para hacernos acudir más frustrados, de algún lado llegó el dato de que Saramago no estaba en Lanzarote por amor a los volcanes, sino como resultado de la erupción católico-paleolítica que en su país había originado la publicación del Evangelio según Jesucristo. Ni ganamos el concurso ni el texto que yo escribí simulando su voz, impreso en un anuncio de los varios que formaban la propuesta, llegó a parte alguna. No recuerdo el grado de vergüenza con que en esos días llegué a desatino semejante, o si aspiraba a conocerle, acaso a pedirle perdón. Este es el anuncio en cuestión, es una cosa mediocre, pero al menos somos afortunados y no contiene el texto que yo escribí como si él, sino la versión general que iba en el resto de piezas. También es la demostración de esa verdad del escritor pequeño: uno empieza a parecerse a los grandes a base de poner en sus textos justo las palabras que aquellos quitan de los suyos. Descansen en paz. Ambos.

17 junio 2010

Pruebas que dejas atrás

En Cuento para tahúres, escrito por Rodolfo Walsh en 1953, alguien que decide matar a otro lo hace trucando sus dados para que el que ansía ver muerto no tenga forma de dejar, imposiblemente, de ganar. Walsh lo cuenta desde un muerto distinto, el que, -aparentemente sin oficio ni beneficio- asiste a una partida en que quien parece ir a asesinar y quien parece estar a punto de morir son distintos de los que acabaran siéndolo. Sólo cuatro años después, publicaría su estremecedor Operación masacre –diario de un crimen policial durante el levantamiento militar de ese mismo año en Argentina, y cuya minuciosidad acaso dejaba así lista la única prueba que en 1977 necesitaría la junta militar, dueña del país tras el golpe de estado del año antes, para matarlo.

Si, como la mayoría, Walsh vivió fabulando su propia biografía, hecha de cuentos que recrean su experiencia infantil primera –El 37-, y tardía –La saga de los irlandeses-, su tiempo como corrector y traductor -en Las aventuras de la prueba de imprenta o Nota al pie-, o sus años como periodista en tantos de sus cuentos policiales en los que sirve de interlocutor al jubilado comisario Laurenzi, su muerte prematura, apenas logrados los cincuenta años, cuenta acaso la maldición del que, entre tanto relato cimentado sobre la reconstrucción, no tenía forma de leer como augurio lo aparentemente inventado.

16 junio 2010

Turquía 1 Sudáfrica 0

Mitad en defensa propia, mitad visto lo visto, anuncio del búnker habitual –el mundial de baloncesto, en Turquía del 28 de agosto al 12 de septiembre. Plazas disponibles.