19 noviembre 2013

a tus zapatos


Una zapatería inserta en una calle estrecha de Toledo, demasiado pequeña para ocultar la escalera que asciende hacia el piso de arriba. Porque es justo eso lo que hay encima: un piso pequeño. En él vive alguien que para entrar y salir de su casa ha de pasar forzosamente por la zapatería, asi que si uno se quedara el tiempo suficiente delante del escaparate, quizá acabaría viendo cómo esa persona se llega hasta la puerta de la zapatería iluminada, abre, entra flanqueado por zapatos de mujer y sube la escalera hacia su cama, como una versión del salón que no pocas casas de hace treinta años guardaban como si fuera una vitrina, a la que uno se asomaba sin quedarse. Como esos zapatos tan bonitos que uno jamás se pondrá. 

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