02 octubre 2009

Ahora. Nunca.

Una de las razones por las que esta ciudad no merece albergar los juegos es porque en ella el deporte y la salud son áreas de negocio diferentes, en las que los objetivos y logros de una poco o nada tienen que ver con lo que se persigue en otra, como demuestra el férreo empeño en la no aplicación de la ley antitabaco, las emanaciones tóxicas que desprende el gobierno regional en buena parte de sus actos, o la trincherización de sus calles cuando la solución para lograr una ciudad más habitable sería tan simple como castigar sus causas –el tráfico- y no tratar de sobornarlas por ¿5 años más?. Madrid alberga no menos cuestas para aspirar a recorrerla en bicicleta como posibilidades de que cualquier otra solución sea sino coche para hoy, hambre para mañana. Aquí se obvia o desprecia el ejercicio como práctica diaria y se vive del deporte de masas. Los juegos se los merece el real madrid, o la selección de baloncesto, o Nadal. ¿Pero un país en el que los ratios de obesidad, tabaquismo y alcoholismo prematuro, drogadicción juvenil y estupidización televisiva son disciplinas olímpicamente alentadas? Que se los den a Chicago, al menos de allí ha salido el mejor y más inesperado saltador de vallas y estupidez que el mundo ha visto recientemente.

2 comentarios:

uliseos dijo...

el silencio, ahora mismo, en mi calle.

elviajero dijo...

...pues por ser gafe te has quedao sin que vayan los amigos alejados a verte... yo pensaba bajar a ver los campeonatos en la modalidad de golf, que los incluyen como olímpicos para ese año... y ahora tendré que hacer hoyos en el prao para quitarme el mono...