09 septiembre 2007
donde el cafe, 4
Intactos en su inmovilidad como las calles de Cartagena de Indias en el tiempo, sombras negras de la cabeza a los pies simulan estatuas en plazas y calles. Adecuadamente ubicados –esto es, imposiblemente ubicados como se verá- su aspecto primero les toma por tales, y sólo el blanco de los ojos advierte, de cerca, su piel verdadera. Su indumentaria es asombrosamente similar: negro sin matices, semejan soldados antiguos, pescadores o campesinos y puede vérseles en grupos de hasta tres figuras. En lo que es la paradoja clásica en esto, cuanto más fiel el espejismo, peor para quien lo actúa, pues su alimento depende tanto de su estatismo como de lo que esa inmovilidad llame a pararse y depositar el óbolo a sus pies. Pero a veces se les ve recorrer a paso veloz y en silencio las calles, y al verlo, tal si rara advertencia, por lo que sea uno se queda quieto entonces, inmóvil hasta que la sombra termina de pasar, como si estatuas y transeúntes necesitaran de unas reglas básicas.
8 comentarios:
testás pasando, rico!
??
Querido Ulises. Estos textos cerrados ganarían mucho, y no es por hacer marketing de Pie de Foto, con la imagen colorista de los susodichos indios. Es por ello que, en otros ámbitos, detrás de todo JP hay un N.
Solo Ulises tiene la capacidad de comprender la complejidad de realidad que entrana su viaje!
Como se dijo "Cartagena de Indias" es el nombre de la ciudad y las estatuas vivientes son la expresion del rebusque para sobrevivir a las condiciones extrema pobreza...recreandose la paralisis...
a mi buen pgr, que las novelas no tienen fotografías. y al anónimo nº3, que el viaje no entraña más complejidad de realidad que asegurarte de contratar el desayuno incluído al reservar la habitación. el resto son ganas de ver cierta poética donde sólo prosa hambrienta. y qué ganas de volver, por cierto.
Claro...hablaba de la realidad de los Otros por que por supuesto que esa... no la vives tu.
ni tan calvo.
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