30 enero 2012
mattaclarckiano
Lo primero que
uno siente al conducir un coche después de meses sin haberlo hecho es que acostumbrarse
a desplazarse en moto agranda la ciudad, más concretamente, los huecos entre
las cosas. Como si el precio de moverse dentro de un habitáculo donde sobra
espacio por todos lados, fuera sentir que ese despilfarro privado crea, en los
múltiples huecos que ves para avanzar, por todas partes, sin poder aprovecharlo,
el despilfarro público que paraliza las calles, fuera de tu coche.
4 comentarios:
jeje...serás el primero que diga que en mi coche sobra espacio...
ja ja
bueno, es una suposición...
después de cinco meses sin conducir, solo he mirado hacia delante... tiene más asientos, ¿no?
jejejeje!!! ese mini!!! sería la leche si fuera plegable!
si ya está plegado!!
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