13 enero 2010

Tiembla

Se lee a estas horas en elpais.com a Iban Campo que “las consecuencias del terremoto han sido tales que han convertido a Haití en "un país que hay que hacer entero". "Hará falta comida, agua, medicamentos, casas de campaña... Lo básico para atender en primera instancia a las personas afectadas. Luego harán falta muchas dosis de paciencia, de espíritu de superación, de ética de empresarios y autoridades y confianza en que la desigualdad social será cosa del pasado y se superará la pobreza en la que llevan sus ciudadanos más de un siglo". Sabemos así que lo que obtendrá Haiti del mundo, una vez que las tiendas de campaña, los alimentos y medicinas enviadas de urgencia hayan de ser sustituidas por la “ética de empresarios y autoridades”, es justo lo que ya tenían, la espera de algo que sólo puede ser peor, trágicamente peor.

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