Delante de un micrófono y de quienes han venido a escucharte uno siente el poder de un tertuliano, y asusta pensarse a merced de esa responsabilidad si equis horas al día, pues entre la vanidad y el autocontrol, aquella habla en micrófonos lo que el último en susurros.
1 comentario:
Te quedas...En el aire.
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