En 1978 John
Williams fue nominado dos veces a los premios de la Academia de cine norteamericana
en la categoría de mejor banda sonora. 33 años después, alguien con su mismo
nombre vuelve a estar nominado por partida doble. En medio, hay 49 apariciones
en la reducida lista de probables mejores músicas de ese año. ¿Tan malos son
los demás?, ¿no tiene ya Spielberg suerte suficiente?. El menú de algunas películas
editadas en dvd incluye la opción de ver la película comentada por director,
actores, críticos, e incluso, raramente, músicos. Solo por eso, para poder
dejar de juzgarles por algo tan nimio como una lista anual de premios o
cuasipremios, uno debería poder asomarse al cine de Fellini, de Hitchcock, de
Blake Edwards, de Donen, Lucas o Spielberg privado de las músicas compuestas por
Williams, por Nino Rota, Miklos Rosza, Bernard Herrman, Henry Mancini, Jerry
Goldsmith o Alfred Newman. Asomaría entonces esa verdad tan poderosa como no
suficientemente advertida: que un disco puede contener, entera, la película a
la que sirve. Y muchas películas, carecer de algo que contar privadas de su
música.
1 comentario:
super cierto, lo explicam también adorno/eisler en su maravillo libro conjunto.
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